Se está tragando un microordenador con sensores, baterías y transmisor inalámbrico. Todo en el interior de una píldora de dos centímetros y medio capaz de medir los gases del aparato digestivo. "Por primera vez tenemos una herramienta que puede dar información correcta al 99% con un diagnóstico de lo que ocurre en el aparato digestivo", explica Kourosh Kalantar-Zadeh, inventor del dispositivo.

Estos investigadores australianos han sido los primeros en realizar este ensayo clínico en humanos. Con un dispositivo externo reciben cada cinco minutos la información de la cápsula. Esto puede ser útil para diagnosticar enfermedades gastrointestinales o para saber cómo el organismo de cada persona procesa distintos alimentos.

"Espero descubrir que tengo un intestino normal, que todo está en orden y saber cómo mejorar mi dieta, qué cosas debería tomar para vivir mejor", señala Keegan Hughes, uno de los voluntarios.

En su caso han analizado como su cuerpo tolera los alimentos con fibra, pero las posibilidades son casi infinitas, permitiendo así realizar dietas personalizadas. Sus inventores esperan que un futuro esta píldora pueda ser la alternativa a las colonoscopias, a las gastroscopias o a las pruebas de intolerancia.