Detectar las posibles variaciones en el terreno provocadas por las lluvias o corrimientos de tierra podría ayudar a evitar catástrofes. Un proyecto de Acciona, pretende colocar sensores de fibra óptica que permitirán alertar.

Con el objetivo de prevenir deslizamientos de tierra como uno en Ondarroa, así como la aparición de grietas o socavones en las carreteras, un equipo de ingenieros ha encontrado una solución.

Se trata de una tira de fibra óptica adherida en mallas como que aparece en el vídeo. "Este sensor nos permite monitorizar la estructura en tiempo real y cubriendo largas longitudes", comenta Aquilino Álvarez, Jefe Proyectos Dir.Innovación Acciona.

Una medida a implantar sobre todo en zonas sensibles con riesgos de precipitaciones o corrimientos de tierra. Para detectar posibles fallos, en tierra en la malla, en la estructura de la carretera y prueban su eficacia simulando una inundación.

"Lo que buscamos fue que el terraplén se deformara por medio de un sistema de irrigación", añade Carlos Martín, Jefe de carreteras Centro Tecnológico Acciona. La acción del agua produce grietas en su interior y el terreno se deforma; los sensores captan ese riesgo y lo comunican en tiempo real por ordenador a un equipo de ingenieros.

"Anticipadamente puedo saber qué está ocurriendo y por tanto tomar medidas preventivas que siempre son de menor coste, que una medida de reparación", asegura Aquilino. "Una actuación más bien preventiva que curativa", comenta Carlos Martín.

Las de fibra óptica incorporada no tienen ningún sobrecoste respecto a las mallas convencionales que ya existen en el mercado. Y aunque por el momento éste es todavía un proyecto piloto, podría empezar a aplicarse en un plazo de seis meses.