El paso que consigue dar un exoesqueleto puede parecer un pequeño paso visto desde fuera, pero detrás de ese movimiento hay toda una revolución. Ahora, por primera vez en la historia un hombre tetrapléjico puede mover todas sus extremidades gracias a un exoesqueleto impulsado por su mente.

Tom Shakespeare, un profesor de Londres que está trabajando en el desarrollo de esta máquina, explica que su funcionamiento es a través de "un pensamiento": "El cerebro piensa que quiere alcanzar un objeto y eso es lo que hace".

Gracias a unos implantes, el cerebro transmite su orden al exoesqueleto mediante impulsos eléctricos y el aparato las ejecuta por la persona.

Conseguir que funcione no ha sido fácil, ya que el hombre que lo está probando ha estado entrenando durante dos años con simulaciones virtuales, y aunque finalmente lo ha conseguido dominar, el proyecto sigue estando en fase experimental.

El reto de los creadores, un grupo de investigadores franceses, es seguir avanzando en su estudio para poder llevar esta tecnología al día a día de las personas con discapacidad porque, como recuerdan: "Solo el 15% de las personas tiene acceso a los aparatos que necesitan".