Cuando los restos de basura orgánica se descomponen, sueltan un gas que se conoce como biometano. Es una de las nuevas fuentes de energía verde que el Gobierno quiere impulsar en la ley contra el cambio climático.

Miguel Ángel Baquedano, director de la planta de Valdemingómez, en Madrid, la única de España que vierte ya a la red de gas natural ha explicado: "Aprovechamos su valor energético, es renovable, dejamos de generar gases de efecto invernadero y, además, no molestamos al vecindario cercano".

El biogás llega mezclado con otros de origen fósil a los hogares de Madrid. Se trata de una práctica pionera que el Gobierno quiere que se extienda. Para 2050, el sistema energético español se basaría sólo en fuentes renovables.

"Valoramos positivamente que se haya dado un paso más respecto a la ambición que había en las anteriores legislaciones, pero un 20% de reducción de los gases del efecto invernadero con respecto a 1990 para 2030 se queda corto" ha afirmado Javier Andaluz, responsable de clima de 'Ecologistas en Acción'.

El 10% de esas emisiones de dióxido de carbono en España vienen de los edificios y comercios. Y no solo de chimeneas o calefacción. También influyen el mal aislamiento y ventilación.

César Frías, CEO del estudio 'de arquitectura 'Morph', ha afirmado que "cuando se compra un coche el cliente mira el consumo, pero cuando se compra una vivienda, no es un factor diferencial". En este despacho son especialistas en reformas para mejorar la eficiencia de las viviendas y ven la nueva norma factible.

Entre 12.000 y 20.000 euros es lo que costaría hacer más eficiente una vivienda media de tres habitaciones. Según el borrador, se reformarán casi un millón de viviendas hasta 2030. Lo que no se ha especificado aún es la cuantía de las ayudas públicas para lograrlo.