Un equipo de biólogos marinos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) han logrado captar a un calamar gigante con una de sus cámaras Medusa en las aguas del Golfo de México, a unos 160 kilómetros al suroeste de Nueva Orleans. Se trata de un cefalópodo que los expertos creen que puede pertenecer al género Architeuthis, caracterizado por su largura (un adulto puede llegar a medir 12 metros).

Los científicos se encontraban en una expedición con motivo del estudio del comportamiento de animales marinos sin luz. Hasta la aparición del calamar gigante, sus cámaras habían grabado tiburones linterna y medusas de las profundidades marinas. Creen que es la primera grabación de gambas bioluminiscentes en su hábitat natural. El cefalópodo fue captado a 759 metros de profundidad, en un área oceánica cuyo fondo se encuentra a 2.200 metros.

Las cámaras Medusa están diseñadas para la grabación de este tipo de criaturas, ya que emiten una luz roja para iluminar la toma que la mayoría de estos animales no pueden ver. Además, está atada a un tubo plástico óptico que funciona como anzuelo y tiene un halo de ledes que recuerda al de una medusa luminiscente. Este sistema se desarrolló para una expedición en 2012, que fue la primera vez que se consiguió grabar a un calamar gigante en su hábitat natural. Entonces, en el archipiélago japonés de Ogasawara, cerca de la bahía Toyama.

Este nuevo vídeo ofrece indicios sobre el hábitat de este tipo de criaturas, así como sobre sus formas de cazar. De hecho, los científicos creen que en las imágenes el calamar podría estar inspeccionando la cámara.