El Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) en 2017 cumplió 22 años en el espacio. Desde entonces ha recopilado imágenes de la evolución de las manchas solares.
Cada imagen que recopila el observatorio es una instantánea del Sol tomada cada primavera por el observatorio de SOHO. Cuando el Sol está activo, aparecen manchas solares en la superficie. Se sabe que el ciclo de éstas se produce cada 11 años aproximadamente. El último comenzó en 1996 y el actual en 2008. El máximo solar se produjo en 2014, según informa 'ESA'.
Las concentraciones de campos magnéticos pueden reducir la temperatura de la superficie en algunas áreas y esta temperatura reducida hace que estas áreas parezcan negras en las imágenes de luz visible.
Cuando el Sol está en su punto más activo, los campos magnéticos fuertes aparecen como puntos brillantes en las imágenes ultravioletas. La actividad también se vuelve obvia en la fotosfera, que es la superficie que vemos en la luz visible.
Al monitorizar el Sol durante casi un ciclo completo de 22 años, SOHO ha proporcionado una gran cantidad de datos sobre la variabilidad solar. Esto ha sido vital para monitorizar la interacción de la actividad del Sol con la Tierra y mejorar las capacidades en la predicción del clima espacial.