Las imágenes del supuesto misil -que resultó ser basura espacial- sobrevolando el este de España han corrido cómo la pólvora. Pero, ¿cómo se captaron? Quienes grabaron el bólido surcando el cielo de Girona, Barcelona y la Comunitat Valenciana son aficionados que colaboran con la Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos, un proyecto del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC.
La captación de estos bólidos es, en realidad, automática. Los colaboradores de la red tienen varias cámaras instaladas que graban el cielo las 24 horas del día, todos los días del año. Cuando se detecta un bólido, el sistema graba un aviso automáticamente y es ahí donde entra en juego la labor de los colaboradores: revisan los avisos, descartan las falsas alarmas como pájaros o aviones y los remiten al Instituto de Ciencias del Espacio.
César Guasch, que grabó este bólido a su paso por Castellón, tiene en su vivienda hasta ocho cámaras instaladas. Sus compañeros de Benicàssim le alertaron del avistamiento y, tras comprobar la grabación, se la mandó a Josep María Trigo, astrofísico de la Red.
Recopiladas las grabaciones, ha sido el personal científico del Instituto quien ha estudiado si el bólido artificial se trataba de un misil balístico o de la reentrada de un satélite, como finalmente se ha confirmado. Un fenómeno que, según Trigo, es cada vez más frecuente.