El coche del mañana podría ser eléctrico, con un diseño muy llamativo, autónomo y conectado a nuestros teléfonos móviles. Así, las manos en el volante serán innecesarias.

Los coches nos llevarán a nuestro destino y después aparcaran por sí solos. Las empresas automovilísticas se han aliado con las tecnológicas. Con una simple orden de voz se podrá conocer el estado del tráfico o cuál es la gasolinera con el precio más barato, por ejemplo. Todo, para simplificar la vida del conductor.

"Va a ser un salón donde vamos a ver películas o interactuar con las redes sociales", afirma el director de Comunicación de FACONAUTO, Raúl Morales. No obstante, el cambio más inmediato será el energético. Pasaremos de automóviles de combustión a automóviles totalmente eléctricos.

El nuevo Faraday alcanzará los 100 kilómetros por hora en algo más de dos segundos y su autonomía será mucho mayor que la de los coches actuales. "En el año 2025 van a ser capaces de recorrer 500 kilómetros", asegura Morales. Unos vehículos que nos trasladarán directamente hasta el futuro.