Nos preocupamos por nuestra piel, el órgano más grande y el más vulnerable de todos. Tiene memoria y se enfrenta diariamente a factores externos como el uso de la mascarilla por la pandemia mundial de coronavirus, que se ha convertido en un inconveniente para nuestras caras. Nos provoca cada vez más acné, dermatitis, rosácea...

"Me salen más granitos y tengo la piel más grasa por la zona de la mascarilla", explica una ciudadana. "La rosácea que tenía se ha extendido mucho", lamenta otra.

Los dermatólogos han visto incrementados estos problemas en sus consultas. "Hay acnés muy inflamatorios, muy localizados en la zona de las mejillas y el mentón por el propio roce de las mascarillas y la oclusión", explica Vicente Manuel Leis, dermatólogo.

Además, la situación empeora con el calor, por eso tener una buena higiene es siempre fundamental. "Hay que usar jabones suaves, cuando llegamos a casa nos quitamos la mascarilla y debemos hacer una buena limpieza para desincrustar y eliminar impurezas", añade Leis.

Además, el uso del gel hidroalcohólico también afecta a nuestras manos. "Se agrietan, tienes que estar siempre echándote crema hidratante", reconoce una joven.

"También estamos viendo cuadros de eccemas irritativos de manos por los geles, por lavarse de más, por hacer más limpieza en casa", apunta el dermatólogo Leis.

Asimismo, con el verano protegerse de la exposición del sol es clave. "No tengo pelo y tengo que echarme más crema", indica un calvo.

Las manchas y lunares tienen que vigilarse muy de cerca. "Ese tipo de lunares, sobre todo si son un poco peculiares hay que prestar atención", advierte Leis.

Hay que preocuparse si cambian de color, si crecen, o si tienen bordes irregulares.