La pupa es el estado por el que pasan algunos insectos durante la transformación de larva a adulto. La llamada "técnica del insecto estéril" (TIE) consiste en esterilizar con radiación ionizada a los mosquitos machos. Solo las hembras pican a los humanos y trasmiten enfermedades.

Los machos esterilizados son liberado en zonas de riesgo para que se apareen con las hembras, que así dejan de reproducirse, causando una reducción de la población de mosquitos peligrosos.

Una de las principales dificultades de esta técnica es la separación de sexos, un complicado y costoso proceso, que se realiza ahora de forma manual, con el uso masivo de agua y con un porcentaje de error que asciende hasta a un 6 %, según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Pero la nueva tecnología, desarrollada por un equipo de científicos de la empresa pública española Tragsa, consigue eliminar con absoluta precisión y en poco tiempo a los mosquitos hembras, cuyo tamaño es mayor que el de los machos.

El biólogo Carles Tur es uno de los responsable de este método, que está a punto de ser completado para su comercialización. "Esperamos poder conseguir con nuestra máquina un millón de mosquitos machos por día", explica el científico de Tragsa (Empresa de Transformación Agraria, S.A).