Las carreteras unen a las personas pero separan a los animales. Muchas veces hay manadas enteras cruzando en mitad de la carretera porque se han llenado sus rutas de obstáculos.

"Hemos puesto autopistas, autovías, trenes de alta velocidad que han fragmentado todo el territorio", afirma Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF. La ONG WWF denuncia que estos obstáculos actúan como barreras e inste en la impotencia y la frustración que sienten los animales.

El estudio de WWF 'Autopistas Salvajes' propone rutas naturales, como por ejemplo el Corredor del Cantábrico o el del Pirineo, un total de 12 repartido en toda España. "A partir de ahora, cuando el Gobierno diseñe sus políticas de infraestructuras, debería tener en cuenta que no se pueden hacer sobre un mapa en blanco, sino que en el territorio hay especies, ecosistemas... que hay que respetar y tener en cuenta", añade Del Olmo.

Señalan puntos críticos como la N-420, un muro infranqueable en la Sierra de Andújar donde mueren varios linces cada año. En lo que va de 2018 han muerto seis.

La Comisión Europea les ha escuchado. "Tenemos previsto presentar una iniciativa sobre los corredores ecológicos verdes, es muy importante porque es apostar por la diversidad", apunta Daniel Calleja, director de Medio Ambiente de la Comisión Europea. No merecen que se mire hacia otro lado.