Richard Branson, propietario de Virgin Galactic, empresa que planea, entre otros objetivos, proporcionar vuelos espaciales suborbitales tripulados, se presentaba ante todos en 2006 vestido de astronauta y con una intención clara: "Esperamos permitir que millones de personas vayan al espacio de una manera asequible". Un objetivo que ahora va a cumplir.

El empresario británico se ha convertido en el primer milmillonario en volar al espacio. Branson está acompañado durante esta misión por dos pilotos y tres empleados de la compañía. Él, por su parte, viaje en esta aeronave en calidad de evaluador de la experiencia. Porque el objetivo es explorar los vuelos comerciales.

"Podemos decir que el viajar al espacio es como el aspecto mas espectacular, pero en realidad llevan bastantes años trabajando para lo que va a ser el gran negocio: la privatización del espacio", ha señalado el escritor y divulgador científico Miguel Ángel Delgado. Branson se adelanta así a Jeff Bezos, propietario de Blue Origin. Él volará el próximo 20 de julio.

El máximo dirigente de Amazon tampoco dudó en mostrar sus cartas. "Volveremos a ir a la Luna, y no lo haremos de visita", aseguró. Porque una vez se llegue al espacio, las posibilidades de negocios son infinitas. "Hay quien habla de que estamos al borde de la quinta revolución industrial. Hay una empresa que trabaja para anuncios en órbita y que se vea en toda la superficie terrestre", ha detallado Delgado.

En el caso de Bezos, viajará con Wally Funk, una piloto de 82 años que, en su momento, por ser mujer, no llegó a viajar al espacio con la NASA. También estará su hermano y un hombre que pagó 28 millones de dólares en una subasta por un sitio a su lado.

Hay un tercer protagonista en esta pugna por conseguir influencia más allá de la tierra, también muy conocido. Su nombre: Elon Musk. Su empresa, SpaceX, se prepara para lanzarse al espacio a finales de año. Su intención es que el viaje dure tres días. Y Tom Cruise será uno de los primeros en usar su nave.