Según señala 'El Heraldo', el glaciar del Aneto, con 60 hectáreas, está a punto de partirse mientras que el segundo más grande en superficie, el de la Maladeta, en 20 o 30 años habrá desaparecido según los cálculos de los expertos.

Por su parte, el tercero de mayor tamaño, el de Monte Perdido, vivió en el año 2017 su mayor pérdida al reducirse en 2,3 metros. Aunque la nueva medición de 2018 calcula que ha aumentado casi un metro, los científicos están de acuerdo de que el proceso de pérdida no se puede parar por culpa del cambio climático.

Con este retroceso, están apareciendo nuevos ibones entre los picos de los Pirineos. Por ejemplo, entre el pico de la Maladeta y el pico Maldito ha quedado al descubierto el lago a mayor altitud del Pirineo, a 3.100 metros. Éste se sitúa en la parte más occidental del glaciar, concretamente, bajo las paredes de la Maladeta.

Este nuevo ibón, el cual aun no tiene nombre ni se encuentra en los mapas, solo se puede ver al realizar la ascensión al collado Maldito y durante los últimos días de verano, cuando no está cubierto por la nieve. Como ha ocurrido este 2018, el cual se ha podido ver durante un corto tiempo a finales del mes de septiembre.

'El Heraldo' señala que el geólogo y biólogo y coautor del libro 'Glaciares del Pirineo', José Luis Piedrafita, indica que la retirada del hielo revela zonas excavadas por el movimiento del glaciar donde se acumula el agua. Un hecho que califica como "normal" y que explica recordando el origen glaciar de los lagos de alta montaña conocidos ya.

Sobre el nuevo ibon del Aneto, los científicos advierten de que, aunque todavía es poco conocido, parece ir aumentando según pasan los veranos. El investigador del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) y responsable del proyecto Replim (Red de Observatorios de Ecosistemas Sensibles al Cambio Climático en el Pirineo), Blas Valero, lo define como un fenómeno interesante, según informa 'El Heraldo', ya que gracias a éste se puede ver directamente cómo los glaciares van disminuyendo, originando la mayoría de los ibones. Además, Otero destaca que "irán apareciendo más de pequeña magnitud".

Ana Moreno, investigadora del IPE, compara esta situación con la del lago Enol, en Covadonga, Asturias, formado hace 30.000 años por la fusión glacial: "Sería una nueva versión de eso, pero en un proceso actual". Por su parte, Ánchel Belmonte, director científico del Geoparque del Sobrarb declara que estamos asistiendo a "un cambio en el paisaje de alta montaña".

Las fotografías realizadas por Gerardo Bielsa desde una avioneta el 28 de septiembre demuestran cómo se encuentra el ibón del Aneto. Aunque el fotógrafo, que sobrevuela habitualmente la zona, señala que no puede decir con exactitud cuántos años hace que se formó el ibón, o como él lo llamo 'lago Innominato', destaca que "al menos dos o tres" lleva originado.

"Cada año se ve más definido. Llama la atención. Antes no había allí ningún lago, y de repente lo ves, y ves que va creciendo cada año. Puede tener unos 40 metros de diámetro, pero es muy difícil de calcularlo desde el aire", explica Bielsa según recoge 'El Heraldo'.