Son resultado de un poco habitual proceso natural en el que pequeños pedazos de hielo, moldeados por el agua y el viento, se convierten en grandes bolas de nieve. El fenómeno ha tenido lugar en Nyda, en la península de Yamal, dentro del Océano Ártico.

Según ha informado la BBC, Sergei Lisenkov, secretario de prensa del Instituto de Investigación del Ártico y el Antártico, es un "fenómeno natural primario" en el que también ha influido "la disposición de la costa".

Este fenómeno ya fue observado anteriormente en el Golfo de Finlandia y en el lago Michigan, en 2014 y 2015 respectivamente.