Elon Musk y los suyos lo han subido a internet para que todo el mundo sea testigo de este increíble avance en la carrera espacial. Nunca un cohete había sido reutilizado. Pero para SpaceX esto no es suficiente. Elon Musk asegura que su aspiración "es la de no tener que hacer un gran trabajo para relanzar el cohete. Solo 24 horas para rellenar el tanque, comprobar que todo esté bien y a volar".

Es un deseo muy ambicioso porque ahora han tardado todo un año desde que el cohete aterrizó por primera vez hasta que lo han vuelto a lanzar. En teoría, a partir de ahora será más sencillo porque ya dominan un proceso que va a abaratar mucho el presupuesto de los lanzamientos. SpaceX se ha gastado aproximadamente 234.000 euros en volver a poner el Falcon 9 en órbita. Fabricar uno nuevo habría supuesto 15 millones. La diferencia en los costes es abismal. Pero todavía tienen que demostrar que estos lanzamientos espaciales no son solo demostraciones y llevan consigo un modelo de negocio sostenible.

Musk cree que la viabilidad económica podría llegar en 2018. El año que viene esperan hacer doce lanzamientos con cohetes reciclados. Elon Musk y SpaceX son ambiciosos. Su límite está más allá de las estrellas y se han propuesto ponerlo al alcance de todos.