La empresa 'Boom Supersonic' trabaja para conseguir un avión supersónico que pueda recorrer medio mundo en un tiempo record: desde Sidney a Los Ángeles en poco más de seis horas, casi siete menos de las que se tardan en un avión comercial.

La aerolínea asegura en su portal online que viajar a una velocidad superior a la que viaja el sonido costará lo mismo que volar en una clase business de hoy en día.

La compañía pretende lanzar el primer avión supersónico a lo largo de 2019, aunque solo se tratará de un prototipo del avión real que podría despegar durante 2023. El primero de ellos se denomina XB-1 y alcanza los 2.716 kilómetros en el aire, tratándose del avión civil más rápido de la historia.

XB-1 es aún un avión en proceso de construcción en el Colorado, Estados Unidos, que cuenta con ventajas latentes frente a las aeronaves supersónicas del pasado: es más ligero que los aviones habituales, hechos de aluminio, y su bajo precio propiciará que se llenen, al contrario que lo que ocurría con su competidor, Concorde, cuyos precios triplicaban los anunciados recientemente por 'Boom supersonic'.