El cráter Korolev, llamado así en honor a uno de los astrónomos más reconocidos del mundo, está ubicado cerca de las dunas 'Olympia Undae' y la capa de hielo que lo cubre tiene casi dos kilómetros de grosor.

El secreto de su permanencia eterna es un fenómeno geológico: el hielo cubre la gran distancia entre la superficie y el fondo del cráter, lo que enfría el aire de la superficie que se mantiene debajo del aire caliente, formando un escudo de clima adecuado.

La fotografía es una de las últimas que ha captado Mars Express, el orbitador del planeta rojo desde 2003, para la Agencia Espacial Europea.