La pequeña Sweet acaba de avisar de un cambio en los niveles de glucosa de Eric, es su forma de alertar de que algo no anda como debe. "Nos dicen, estas cifras son correctas, pero estás empezando a bajar o a subir", explica Paco Martín, director del centro CANEN. Por eso, tras el aviso, hay que comprobar si lo que ha indicado Sweet es real.

Su olfato se adelanta a situaciones graves que pueden llegar a ser mortales. Por eso, ni de día ni de noche, se aleja de la persona a la que protege. "Las noches son mucho más tranquilas porque yo puedo entrar una vez, pero sé que si le paso algo mientras estoy durmiendo ella me va a avisar", declara Olga Sarto.

Sweet pasó por un laboratorio de adiestramiento para perros de asistencia. Desde que tienen apenas dos meses y medio y hasta los seis entrenan con muestras personales de quiénes serán luego sus dueños. La de los perros de alerta médica es una medida complementaria a otras que ya existen y que mejoran la vida de quienes padecen diabetes. Este pequeño sensor implantado en el brazo del paciente mide en tiempo real los niveles de glucosa.

"En menos de un segundo se adquiere el valor de glucosa", detalla Claudia Fernández, médico diabetóloga. Elimina así los pinchazos rutinarios. "El hecho de eliminar el pinchazo habitual es un cambio total a la hora de acceder a los datos de glucosa y en la calidad de vida", dice Fernández. En España hay más de 5.300.000 personas que padecen diabetes, un 14% de la población.