La imagen es un claro reflejo de la alta contaminación que invade los mares. Los animales y seres vivos que habitan en las profundidades son las principales víctimas de la acción del hombre. La inmensa cantidad de plásticos que se arrojan al mar pasan factura.

Hoffman es un californiano de 33 años que se dedica a fotografiar la naturaleza. El día que tomó la impactante instantánea estaba contemplando las maravillas del la belleza de un arrecife. "Desearía que no existiera", escribió el fotógrafo en sus redes sociales.

La foto ha catapultado a Hoffman a la lista de finalistas del 'Wildlife Photographer of Year' del Museo de Historia Natural de Londres. "La imagen sirve como una alegoría para el estado actual y futuro de nuestros océanos", añade el fotógrafo en su perfil de Instagram.