Dejó una carta de despedida y se lanzó por el balcón de su casa para acabar con su vida -y también con su sufrimiento en el colegio-. Una caída desde un cuarto piso que, afortunadamente, solo lo ha dejado postrado en una cama de hospital.

Es la terrible historia de Pol, el niño de 15 años con autismo que intentó suicidarse en La Ràpita (Tarragona) cansado de recibir burlas y sentirse apartado en el centro educativo donde estudiaba. laSexta ha conversado con sus padres, que han vivido días conteniendo la respiración.

"Después de comer y de dejar una carta de despedida se tiró por el balcón", explican, revelando lo que les dijo su hijo tras este espantoso episodio: "Es que no me ibas a convencer y ya lo tenía decidido. Yo sabía que para hacer bien el trabajo me tenía que tirar de cabeza pero no tenía valor".

El padre, más aliviado por tener a su hijo a salvo, recuerda el momento en el que encontraron una carta de despedida de Pol y empezaron a buscarle por todas partes: "Vimos la carta, miramos por el balcón y estaba abajo. Entramos en shock. Se lo llevaron al hospital y está vivo, que es lo importante".

Pol es "un chico muy inteligente" pero "le cuesta relacionarse" y "hacía un par de meses que estaba un poco más decaído" y con "tratamiento psicológico". "Decía que no tenía ganas de nada y le pregunté si pasaba algo. Me dijo que se sentía rechazado en el colegio", explica su padre. "Me hacen mofas. La mayoría de la gente se porta bien, pero hay unos chicos que se ríen de mí", dijo Pol días antes del terrible suceso.

La carta de despedida de Pol: "Maltratar tiene consecuencias"

La madre ha revelado el terrible contenido de la carta de despedida del menor: "Qué mierda de sociedad vivimos, pero qué mierda de sistema educativo es este, que nos enseñan cosas que no tienen ninguna utilidad, solo memorizar. Los buenos son los que reciben y los malos son los que hacen trampas y salen adelante. Yo me esfuerzo y veo que no salgo, y cada vez va a ser peor. No puedo más".

"Maltratar tiene consecuencias, otros lo pueden sacar poco a poco, pero yo me voy a liberar así. Yo no me merezco vivir en una sociedad así, vaya mierda", escribió el pequeño.

Además, explica la madre, Pol quitaba "de toda responsabilidad" a sus padres: "Yo sé que he cometido un delito y asumo totalmente la responsabilidad". Una frase que sus padres no comparten, y advierten: "Los adultos somos los que tenemos que asumir la responsabilidad. Tienen 15 años, ellos hacen lo que ven. Hay un mensaje machista y racista que no es verdad. Lo que pasa que cuando hay necesidad hay que echar la culpa a alguien y los niños lo pagan".

Los padres advirtieron al colegio: "Había nombres y apellidos"

Antes del intento de suicidio y tras las señales de fatiga emocional que venía arrastrando Pol, sus padres decidieron ir a hablar con su tutora en el colegio sobre las burlas que recibía. "Le comentamos que se encontraba así y que tenía que vigilar un poco que había unos niños... que vigilara un poco porque Pol no se lo tomaba muy bien. Había nombres y apellidos. Me dijo que tomarían cartas en el asunto y así quedó la cosa".

Tras lo sucedido, explica, llamó al director del colegio que "lamentó mucho" el terrible suceso, pero que "él no tenía ninguna noticia de que había pasado nada con Pol".

"Está vivo, teníamos miedo de que una pierna no volviera, pero está vivo, yo no se lo deseo a nadie esto. Esto es cosa de adultos, hay que ponerse más las pilas y si hay una sospecha es mejor pasarse y equivocarse que no arrepentirse así, porque podíamos estar ahora muy arrepentidos todos", recuerdan los padres, que denuncian haberse sentido olvidados: "Cuando nosotros vamos a hablar con la gente, a veces tenemos la respuesta de que somos unos exagerados".

"Lo único que quiere Pol es que las personas se traten como personas. Quiere que los profesores y los compañeros se den cuenta que maltratar tiene consecuencias", denuncia la madre.

Porque Pol es un adolescente "pacífico", "mediador", "que colabora y sigue las reglas". Por delante le quedan semanas de recuperación física y afortunadamente no perderá la movilidad de sus piernas. Sus padres solo piden que de este terrible suceso se saque un aprendizaje: respeto y buen trato entre compañeros.

.