McLaren presenta en sociedad la variante de competición del 720S

Corría el mes de noviembre de 2017 cuando McLaren Automotive anunciaba la creación de la variante de competición de su nuevo superdeportivo. El McLaren 720S ha sido la base para crear el nuevo GT3 de los de Woking, el cual debutará el próximo 2019 y promete mantener el nivel competitivo exhibido por su predecesor, el McLaren 650S GT3 el cual se ha anotado victorias en carreras tan prestigiosas como las 12 Horas de Bathurst, Blancpain Endurace Cup y Pirelli World Challenge.

Llamado a ser el tercer GT3 construido por el fabricante británico tras el MP4-12C y el 650S GT3, será el gran protagonista del programa carreras-cliente de la marca para 2019 junto al 570S GT4, el primer gran trabajo de la firma desde la creación de su nueva sección de proyecto especiales para la competición. Con el prestigio de sus deportivos en juego y buscando ampliar su negocio en esta área tan competida en la que fabricantes como Mercedes, Audi, Porsche, Bentley o Nissan también tienen sus propios representantes.

Desde el fabricante de las islas apuntan a que hasta un 90 de las piezas han sido cambiados u optimizados respecto a su predecesor, obviamente sacando partido del gran desarrollo realizado con la versión de producción. El chasis monocasco de fibra de carbono bautizado con el nombre de MonoCage II y el motor M840T han sido heredados precisamente de la variante de calle. En el caso del propulsor V8 Twin-Turbo de 4.0 litros (disposición longitudinal-central), obviamente se ha reacondicionado para la competición, asociado a una caja de cambios secuencial de seis relaciones y derivando toda la potencia al eje trasero, prestaciones que vienen determinadas obviamente por el Balance of Performance establecido para campeonato.

Construido a mano en unas nuevas instalaciones en Woking construidas ex profeso para dicho proyecto, se espera que complete un intenso programa de test en lo que queda de año en circuitos de Europa, Estados Unidos y Oriente Medio, estos últimos aprovechando la llegada del invierno al hemisferio norte y buscando el sol y las altas temperaturas de esa parte del mundo en dicha época del año. En total, más de 30.000 kilómetros de pruebas antes de que llegue su ansiado debut en competición. Su precio listo para competir es el de 440.000 libras, lo que al cambio será algo más de 489.000 euros.