Tras un par de días de tensa espera llegó la noticia. Volkswagen se retira del Campeonato del Mundo de Rallies al finalizar la temporada 2016 en un nuevo recorte sufrido por los departamentos de competición del grupo VAG. Como con , esto es consecuencia del escándalo de las emisiones y del replanteamiento de la política comercial del grupo, a partir de ahora más enfocada hacia la movilidad eléctrica. La noticia no pilla a nadie por sorpresa desgraciadamente. La publicación británica Autocar avisó el lunes de que una reunión al más alto nivel del Grupo VAG tenía como tarea tomar una decisión sobre el programa WRC y rápidamente fue ampliándose la información desde diversas fuentes anónimas mientras miembros del equipo aseguraban no tener idea de lo que estaba ocurriendo: no es una decisión deportiva, sino estratégica, la que acaba con el Volkswagen Polo R WRC ganador de y otros tantos de pilotos con Sébastien Ogier al volante. Obviamente la pregunta que todo el mundo se hace es qué ocurrirá con los tres pilotos que con tanto éxito han representado a Volkswagen estos cuatro últimos años. Sébastien Ogier, Jari-Matti Latvala y Andreas Mikkelsen se encuentran frente a un mercado de fichajes prácticamente cerrado (Citroën y Hyundai confirmaron hace poco sus planteles) y sólo la caída de algunas piezas en principio fijas puede evitar que terminen bailando con las más feas, un proyecto Toyota plagado de dudas y el esfuerzo prácticamente privado de M-Sport y sus Ford Fiesta RS WRC. ¿Y con el Volkswagen Polo R WRC desarrollado bajo nuevo reglamento durante los dos últimos años qué pasará? Los precedentes no son halagüeños, pues una vez Volkswagen decidió retirarse del Dakar no volvimos a ver en competición a sus Touareg de competición. Y aunque apareciera un benefactor dispuesto a seguir compitiendo con Volkswagen en el Mundial, como ya ocurrió con Red Bull y Skoda hace diez años, VAG si no le convence del todo el proyecto siempre podrá alegar que su retirada se debe a una decisión estratégica: se acabó la competición con motores de combustión interna. Bueno, eso no es del todo cierto. A imagen y semejanza de lo que está haciendo Audi, la presencia en competición de Volkswagen Motorsport buscará a partir de ahora una rentabilidad directa mediante programas de carreras-cliente. Y dado que Volkswagen no dispone en su gama de vehículos que puedan competir en categoría GT3 como hacen Audi, Porsche, Bentley y Lamborghini, la senda a explorar es la de los TCR donde ya corre el Golf GTI desde la temporada pasada, además de un R5 basado en la próxima generación del Polo con vistas a 2018 y que podrá heredar mucho del Skoda Fabia R5. También seguirá adelante su presencia en el Global Rallycross Championship norteamericano. En todo caso habrá que ver si esta reducción de la presencia en competición de VAG afecta a más marcas. Porsche mantiene su apuesta por el Mundial de Resistencia y la ampliará en 2017 con un nuevo 911 GTE que se unirá a su 919 hybrid LMP1; Bentley y Lamborghini en principio seguirán compitiendo con sus GT3; MAN ya redujo hace un año su apoyo al Europeo de Camiones; falta conocer si la retirada de Volkswagen del WRC afecta de algún modo a Skoda y su casi imbatible Fabia R5 y si esto abre nuevas puertas a SEAT, cuyo departamento de competición ha servido a prácticamente todas las marcas hermanas durante los últimos años a costa de perder cierta presencia directa de la marca española en competición.