Pisamos embrague, encendemos el contacto y de pronto, además del sonido del motor también tenemos una sensación preocupante. ¿Qué es esa vibración? ¿Qué ha pasado en el coche para que algo pueda ir mal? Conocer algunos detalles de mecánica nos pueden ayudar a hacer un diagnóstico gracias a algunos síntomas, no solo para ir haciéndonos a la idea de cuál puede ser el montante de la reparación, sino para permitirnos evitar una avería mayor que nos puede amargar las vacaciones.

Los motivos de estas vibraciones al arrancar nuestro propulsor pueden variar. Desde una pieza defectuosa o que ha agotado su vida útil, hasta un mal uso por parte del conductor del vehículo. Es cierto que tanto en el arranque como en el funcionamiento convencional va implícita una determinada cantidad de vibraciones. Sin embargo, hay pequeñas alteraciones que nos pueden ayudar a identificar estos defectos.

En algunas factorías con grandes reductores de velocidad se confía el mantenimiento predictivo al análisis de vibraciones, el cual, estudiando las ondas producidas por el movimiento cíclico, se puede llegar a aprender si el problema viene derivado de un problema con los rodamientos, con la falta de alineación o los anclajes.

En el caso de los coches, se podría hacer de la misma forma, aunque sería preciso de un detallado sistema de acelerómetros para medir dichas vibraciones. Aun así, se pueden identificar un grupo de problemas más habituales que lleven a este temblor anormal y que no siempre proviene del motor.

Si quieres conocer cuáles pueden ser las causas de la vibración del coche, dale al PLAY.