MEZCLA ENTRE UTILITARIO Y TODOTERRENO

¿De verdad necesitas un SUV para ir a por el pan?

Este tipo de coches están muy de moda y bastante gente los compra sin saber qué son y para qué sirven. Por eso, se encuentran que no se trata del vehículo que cubre sus necesidades

EBRO S800

El gran rival del Skoda Kodiaq es un SUV español que ofrece 7 plazas y se queda en solo 33.500 €EBRO

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Ni eléctrico, ni híbrido, ni GLP, el término de moda en la industria del automóvil es SUV. Todo el mundo quiere uno de estos coches sin saber muy bien qué es y para qué sirve. Por eso mismo, hay mucha gente que ha comprado uno y se ha arrepentido porque no cubre sus necesidades y, de hecho, le complica la vida al volante.

SUV viene de las siglas de Vehículo Deportivo Utilitario e intenta ser una mezcla entre un coche urbano y un todoterreno. Por lo tanto, está diseñado para ser útil tanto en ciudad como en carreteras más irregulares y exigentes. Pero claro, si no vas a salir de la ciudad, seguramente sea mejor comprar un coche pensado exclusivamente para el contexto urbano. Y explicamos los motivos.

Cuestión de diseño

Los SUV, para adaptarse a la carrocería todoterreno, son más grandes y pesados que un coche Utilitario de ciudad. Esto tiene consecuencias negativas. Por una parte, dentro de los núcleos urbanos, donde el tráfico se intensifica, los caminos se estrechan y hay más giros, las dimensiones de un SUV complican la movilidad. En este sentido, a la hora de aparcar, las oportunidades se reducen por culpa del tamaño del vehículo y la maniobra se complica.

La mayor altura (no solo de la carrocería, sino también distancia libre al suelo, como es esencial en un todoterreno) de los SUV suma dificultades a la conducción por la posición más alta del volante. Roba perspectiva de la carretera y su entorno, lo cual es especialmente peligroso en momentos de tráfico denso y a la hora de pilotar con peatones y otros obstáculos alrededor.

El diseño de los SUV no ayuda, para nada. Como tienen ese espíritu todoterreno, cuentan con unos parachoques más abultados. Esto hace al coche más propenso a chocar con elementos externos como otros vehículos, pipotes, macetas… y después tener que acudir al taller de chapa y pintura o mantener el desperfecto.

Más caro

Por último, al peso que tiene que mover la motorización, el consumo de combustible será mayor, ya sea para una propulsión de gasolina o híbrida. Incluso para un motor eléctrico, pues necesitará más energía para impulsar el vehículo. Los SUV tienen un precio de partida más alto que un Utilitario, y si a eso le añadimos el superior gasto continuo en combustible, una inversión equivocada en un SUV puede salir muy cara.

En definitiva, si solo va a conducir en contextos urbanos, no vale la pena comprar un SUV. Va a salir perdiendo económicamente y se complicará bastante su conducción. Es mejor dejar la moda a un lado y quedarse con un Utilitario de toda la vida, que aún existen, y muy buenos, aunque los tengamos olvidados.

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