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¿Tomamos las suficientes precauciones?

Un nuevo estudio alerta de la superviviencia del coronavirus en el interior del coche

Los contagios por coronavirus pueden contenerse y minimizarse con precaución, pero el coche sigue siendo uno de los puntos más conflictivos.

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La pandemia de coronavirus cumple ya un año con nosotros, un tiempo que nos ha servido para aprender muchas cosas, entre ellas la importancia de mantener una buena higiene cuando nos relacionamos con otras personas, higiene que también es necesario en nuestro propio coche, aunque casi siempre lo utilicemos nosotros solos.

Y es que el habitáculo de nuestro vehículo puede ser un excelente 'campo de cultivo' para que el virus crezca y se reproduzca si no tomamos las suficientes precauciones. En los últimos meses hemos visto como se nos recomendaba, entre otros, maximizar en la medida de lo posible la ventilación de nuestro habitáculo, intensificando además las labores de limpieza y desinfección.

Parecía que circular con las ventanas abiertas era uno de los métodos más efectivos para reducir la exposición al virus, pero un nuevo estudio llevado a cabo por la universidad de Florida sugiere que puede que no sea así, de manera que el virus sobreviva durante más tiempo del que pensábamos en el ambiente de nuestro coche.

Este estudio se ha desarrollado utilizando personas contagiadas pero asintomáticas que condujeron un vehículo durante 15 minutos,sin utilizar mascarilla y sin abrir las ventanillas, pero utilizando el sistema de aire acondicionado del coche. Tras ese periodo de conducción, se dejó el vehículo durante 2 horas sin utilizar, con las ventanillas bajadas.

Posteriormente se tomaron muestras del aire del habitáculo, muestras que posteriormente revelaron la presencia de partículas víricas que consiguieron desarrollarse en laboratorio e infectar células sanas, determinando así la posibilidad de que el virus permanezca durante más tiempo del que pensábamos en el interior de nuestro coche.

Según los investigadores de la universidad norteamericana, las partículas menos peligrosas son, paradójicamente, las más grandes: éstas caen a las diferentes superficies y con un simple trapo humedecido con desinfectante o alcohol dejan de ser peligrosas, siendo las más relevantes las que son más pequeñas, ya que consiguen mantenerse en el aire y, por tanto, “flotar”, permaneciendo en el interior de nuestro coche durante mucho mas tiempo del que nos gustaría.

Con estos datos se arrojan dos conclusiones: la primera es la necesidad de seguir llevando mascarilla en el coche siempre que viajemos con más personas, y la segunda es la también necesidad de ventilar el habitáculo en marcha: al abrir las ventanillas con el vehículo en movimiento se producen corrientes lo suficientemente intensas como para renovar el aire del interior rápidamente.

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