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El coche y sus cuatro averías más comunes

Tu coche puede dejarte tirado y éstos son los cuatro motivos más comunes

Ningún coche está exento de sufrir una avería, pero hay causas más normales como las que hoy tratamos y por las que nos puede dejar tirados.

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Al fin y al cabo los coches son máquinas con mecánicas no exentas de sufrir una avería a lo largo de su vida. Cierto es que en algunas ocasiones podemos toparnos con una unidad que aguante con diligencia el paso del tiempo sin someternos a acudir al taller por un mal mayor, pero, desgraciadamente, no suele ser el contexto habitual.

Poniéndonos en la situación en la que un coche está expuesto a sufrir una avería, nos encontramos con dos tipos: las más habituales y aquellas extrañas que pueden confluir en un auténtico quebradero de cabeza. Sin embargo, hoy vamos a quedarnos en el primer grupo para poder anticiparnos y evitar problemas cuando nos desplacemos.

Y es que aunque sea difícil protegernos de cualquier avería, sí que podemos reducir el riesgo al mínimo revisando algunos apartados responsables de generar los fallos más comunes. Concretamente son cuatro: motor, alternador, batería y neumáticos en mayor o menor medida.

El motor representa un 5% de las averías registradas en carretera, siendo un porcentaje pequeño pese a la cantidad de componentes que se asientan en él. Es de vital importancia comprobar que el nivel de los líquidos es el adecuado así como efectuar su cambio en el tiempo propicio, tales como aceite o líquido refrigerante, fundamentales para asegurar un buen funcionamiento del mismo.

El alternador del coche también supone un 5% de los fallos mecánicos de un coche, siendo una pieza de vital importancia. Este se encarga de transformar energía mecánica en electricidad para suministrarla a la batería. Es por esto que es sumamente recomendable revisarlo antes de emprender un viaje.

Los neumáticos se encargan de representar un 10% de las averías, siendo un elemento sumamente expuesto a sufrir problemas si no los tratamos como es debido. Y es que debemos tener en cuenta que al final son el elemento que conectan el coche con el suelo, por lo que el mal estado de los mismos puede ser propenso a sufrir pinchazos o cualquier reventón.

Por último pero no por ello menos importante la batería, que copa la suma con un 20% dejando el resto a accidentes de tráfico. También debemos ser escrupulosos con su cuidado y con los intervalos de cambio, sobre todo sabiendo que si esta no rinde en condiciones directamente no podremos usar el coche.

Si a este cómputo le sumamos un parque móvil cada vez más antiguo -en 2008 la edad media era de 8,4 años mientras que en 2014 superaba los 11,2-, obtenemos un resultado desgarrador. Y es que los años pueden agravar el estado no solo de todos estos componentes, sino también de muchos otros que pueden derivar en un accidente.

Otro aspecto que preocupa es la cada vez más baja revisión de los propios coches, ya que cuanto más antiguo menos se lleva al taller. Prueba de ello son los porcentajes registrados, siendo en los coches nuevos esta cifra es del 8,6%; 16,8% en coches de 6-10 años; 23,8% en los de 11-15; y 27,3% en los de más de 15 años.

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