El circuito belga de Spa-Francorchamps es una de las mecas para todo aficionado a la competición de motor y si hablamos de Eau Rouge, a muchos se les pondrán los pelos de punta imaginando la velocidad a la que los coches toman una de las curvas más increíbles del mundo -por no decir la mejor-. En esta época invernal, el trazado se tiñe de blanco por la gran cantidad de nieve que acumula sobre su asfalto y algunos 'locos' aprovechan para idear extraños retos. El que os traemos lo protagonizan un hombre con una tabla de snow y un Nissan GT-R. El chaval se agarra con una cuerda al coche y este se encarga de todo lo demás. Seguramente los diseñadores del circuito jamás se imaginaron que la pista podría servir para hacer snowboarding y el resultado es el siguiente... Juzgad vosotros mismos.