TENDENCIA DE LOS MEDIANOS Y GRANDES
El SUV XXL: el deseo que genera recelo
El costado negativo de los coches más grandes; diferentes factores que atentan contra la imposición de estos vehículos de gran tamaño.

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Un resurgir de los SUV medianos y de tamaño completo en Europa puede ser tomado como un punto de partida hacia un tema que se va volviendo un flagelo cada vez más insostenible y se va mirando con mayor recelo en tanto los coches se complejizan. La crítica sobre los vehículos de dimensiones superiores y su impacto en las calles, sobre todo los mencionados SUV XXL, se dispara sobre la base de una serie de factores.
El principal es el paso del tiempo. El dilema sugiere que, por un lado, la oferta de estos vehículos es cada vez mayor en el continente, pero, por otro, el hecho de que las medidas vayan cada vez más en aumento choca contra el anacronismo de las ciudades detenidas en el pasado. Las calles obsoletas y desactualizadas que alguna vez nacieron para coches contenidos no están preparadas para vehículos de notables dimensiones.
Por ejemplo, un SUV de considerable anchura, producto de un mayor equipamiento en seguridad lateral, no conviene que sobresalga de la línea de aparcamiento, sobre todo si se trata de una calle angosta. Por ese motivo, algunas ciudades empezaron a tomar cartas en el asunto, como París y sus multas a los SUV grandes en espacios públicos o Colchester, Inglaterra, y su inversión para reformar aparcamientos, reduciendo la cantidad en beneficio de mayores espacios para estos coches.
Los de doble motor eléctrico, parte del problema más allá de su tendencia en crecimiento
El problema del tamaño y los espacios de aparcamiento, aunque también su impacto en la circulación, es un tema por demás atendido en Japón, donde rigen regulaciones que limitan tanto el largo como el ancho y que, por lo tanto, impulsaron específicos tipos de coches que prácticamente encontramos solo allí, como los kei-cars. El enfoque en el país asiático ha sido distinto, pues no se busca ampliar los espacios en beneficio de los SUV extra large, sino apostar por vehículos reducidos en un mercado donde si hay algo que no abunda es, precisamente, espacio.
Si los SUV medianos y completos están en auge, de igual manera los que cuentan con arquitecturas eléctricas, especialmente los que llevan un motor eléctrico en cada eje, impulsando así la demanda por la tracción total en los grandes coches.
Una retroalimentación: en la búsqueda de mayores autonomías, los fabricantes apuestan por baterías cada vez más grandes, para lo cual se necesitan grandes carrocerías; al mismo tiempo, sostener en el mercado estos SUV de más de 4,5 metros de largo y pesos notables, implica grandes baterías y, por lo tanto, elevados costes. A menos, claro, que seas un fabricante chino.

La seguridad de los más chicos, otro flagelo
Como demuestran las pruebas de seguridad, un SUV suele ser más seguro para los niños que van detrás que un compacto urbano. Todo lo contrario a los niños que circulan como peatones, porque manejar un SUV grande puede ocasionar ángulos muertos para el conductor y, como consecuencias, atropellar a las personas de baja estatura.
¿Qué soluciones consideras oportunas ante esta avanzada de los vehículos más grandes? En el otro extremo aparecen los más pequeños, que también están registrando un crecimiento en la consideración de los conductores europeos. Todo cambia en poco tiempo en la industria automotriz. Queda claro que, cuanto más grande es el coche, no siempre es mejor. Veremos qué tendencia se termina imponiendo.
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