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UNA SITUACIÓN ATÍPICA

Los riesgos de conducir con calima: así puedes evitarlos

El histórico episodio de calima en la que se ve envuelta buena parte de la península ibérica durante estos días nos obliga a extremar la precaución al volante.

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Simplemente asomarse por la ventana de nuestra casa es suficiente durante estos días para darse cuenta de que estamos viviendo un episodio meteorológico muy poco común en nuestro día a día, sobre todo si nuestro lugar de residencia se sitúa en la mitad norte del país. Hablamos de la calima, ese polvo y arena en suspensión que, en esta ocasión en particular, está cubriendo buena parte del país de manera mucho más intensa de lo que podríamos calificar como "normal".

Los vientos procedentes del desierto del Sáhara, impulsados por la borrasca de nombre "Celia", han cubierto los cielos de España con un espeso manto anaranjado que, como ya hemos mencionado, no es más que polvo, arena y partículas de muy pequeño tamaño (P.M 2.5). Esta situación supone una importantísima disminución en la calidad del aire que respiramos, así como un aumento en el riesgo a la hora de circular por carretera. Repasamos entonces algunos consejos para que la conducción en medio de esta situación sea lo más segura posible.

4 consejos para conducir con calima

La calima se comporta, básicamente, como una niebla muy densa. Por eso, es más que recomendable extremar las precauciones a la hora de circular:

  • 1. Luces: es recomendable circular con las luces de cruce encendidas las 24 horas del día siempre que circulemos en ciudad. Si tenemos que circular fuera de terreno urbano, puede ser necesario hacer uso de la iluminación antiniebla posterior, permitiendo así una mejor localización de los vehículos por parte de todos los usuarios de la vía. No es aconsejable utilizar las luces largas: las pequeñas partículas de polvo y arena reflejarán la luz provocando un "efecto pantalla" muy peligroso.
  • 2. Velocidad: es importante reducir la velocidad de circulación para tener mayor capacidad de anticipación y maniobra en caso de que sea necesario. Con una menor visibilidad, tenemos menos tiempo para ver un obstáculo que tengamos delante, por lo que circular más despacio nos proporciona más tiempo para reaccionar.
  • 3. Agarre: el polvo en suspensión puede terminar por depositarse en la calzada y en los vehículos, tal y como seguramente hayas comprobado en caso de que estaciones el coche en la calle. Ojo: ese polvo tan fino reduce significativamente el agarre del asfalto, de manera que debemos extremar la precaución a la hora de circular.
  • 4. Ventilación: en la medida de lo posible, no abras las ventanillas de tu coche. Haz uso del sistema de climatización y aire acondicionado para ventilar el habitáculo, de manera que el aire que entre en el interior lo haga tras haber sido filtrado por el sistema de climatización. Te garantizas así un aire más limpio y menos agresivo con los ojos y las vías respiratorias.

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