El ruido es, posiblemente, una de las grandes lacras de la sociedad moderna. Vivimos, sobre todo si lo hacemos en grandes ciudades, rodeados de fuentes de ruidos, sonidos molestos, con un volumen exageradamente alto, que alteran nuestros biorritmos e, incluso, pueden llegar a dañar nuestro organismo si el volumen y la intensidad de los mismos son lo suficientemente altos.

Éstos sistemas funcionan con micrófonos de altísima precisión, capaces de medir el sonido cada décima de segundo con el fin de triangular y verificar la fuente de ruido, grabando además imágenes gracias a diferentes cámaras 360º repartidas por el cuerpo del aparato. Con todos éstos datos se puede conocer la fuente del sonido, así como su intensidad, con el fin de sancionar a aquellos usuarios que superen el límite establecido por la ley.

Por eso, Europa ha dado un paso más y ha decidido comenzar a utilizar "radares de ruido" para el control del tráfico, una práctica que poco a poco se ha extendido en países como Suiza y Francia (que ya tienen sistemas instalados en algunas carreteras para controlar el ruido) y que a España parece ya seguro que van a llegar en un plazo muy corto, posiblemente en las próximas semanas. VER VIDEO