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Un gesto muy perjudicial

¿Por qué no debes acelerar tu coche para que arranque más rápido?

Existe la creencia de que pisar ligeramente el acelerador puede ayudar a arrancar nuestro coche: te contamos por qué no deberías seguir haciéndolo

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Comienzan a llegar los días fríos, en los que muchos coches, especialmente los más antiguos o con un mantenimiento más escaso, empiezan a tener serias dificultades para arrancar. Una de las creencias más extendidas es que pisar ligeramente el acelerador, o incluso realizar un gesto similar al "bombeo" del pedal puede ayudar a un arranque más sencillo y rápido.

Hace años tenía sentido: los coches contaban con sistemas de carburación mecánica de manera que, al pisar ligeramente el acelerador, pequeñas partes de gasolina entraban en las cámaras de combustión, ayudando así a que el arranque fuese más enérgico o más rápido. En la actualidad, esto ha cambiado mucho, ya que todos los motores de combustión utilizan sistemas de inyección electrónica.

Por qué no deberías pisar el acelerador al arrancar

Esto significa que aunque nosotros pisemos el acelerador durante la fase de arranque, la centralita del coche no va a enviar la señal para inyectar carburante por lo que no vamos a obtener ningún beneficio en términos de facilidad de arranque. Lo que sí podemos provocar, sin embargo, son algunos problemas en el sistema de escape de nuestro coche, problemas que pueden suponer averías a largo plazo.

Hablamos por ejemplo de averías en el catalizador del coche: en el momento del arranque, si nosotros estamos pisando el acelerador, vamos a provocar que la centralita inyecte más carburante del necesario, de manera que es posible que parte de esa gasolina o de ese gasóleo pase al catalizador sin haberse quemado, una situación nada beneficiosa para la vida útil de este componente tan caro.

Por si fuera poco, en los primeros instantes de funcionamiento del vehículo durante el primer arranque del día el catalizador aún no ha alcanzado su temperatura óptima de funcionamiento, lo que provoca una mayor concentración de gases contaminantes que se agrava en caso de que nos pasemos pisando el pedal del acelerador sin motivo.

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