EUROPA VS COMBUSTIÓN
Prohibir la venta de coches con motor de combustión interna de aquí a 2035 no es realista, así lo dice el CEO de Stellantis
El nuevo CEO de Stellantis se desmarca del anterior y defiende que dar el salto a la electrificación en 2035 no es realista, pues traerá problemas para fabricantes y conductores.

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Prohibir los coches de combustión a partir de 2025 no es realista. Es la postura de Antonio Filosa, el nuevo CEO de Stellantis, que en sus primeros días en el cargo ha dicho lo que muchas personas (y fabricantes) piensan dentro del sector. Además, con una postura radicalmente opuesta a la de Carlos Tavares, su predecesor.
El Parlamento Europeo aprobó en 2021 una nueva norma que prohíbe la venta de motores de combustión a partir del año 2035. Lógicamente, desde entonces hemos escuchado posiciones a favor y en contra (más de estas últimas), a la que ahora se ha sumado el nuevo CEO de Stellantis. Filosa cree que la fecha que se ha marcado Europa es "poco realista" y argumenta que no se trata solo de vender coches eléctricos. Hay otras implicaciones, como la infraestructura, el precio y los millones de coches antiguos que siguen (y seguirán) en circulación.
La electrificación es sostenible y necesaria para el medioambiente, pero la realidad es que está alejada del día a día de los conductores y de la industria. Y Filosa avisa de que 'saltar' de golpe a los motores eléctricos va a causar muchos problemas a los fabricantes y consumidores.

¿La prohibición llega demasiado pronto?
Casi en sus primeras declaraciones como nuevo CEO de Stellantis, Filosa señala que el objetivo 2035 que se marca Europa no casa con la realidad del mercado. En 2019, se vendieron unos 18 millones de coches al año en Europa, mientras que ahora apenas son 15 millones. Un déficit de tres millones de coches menos en cinco años, equivalente a perder mercados enteros, como el español o el italiano.
Además, hay que tener en cuenta que la edad media de los coches europeos supera los 12 años. Hay más de 250 millones de vehículos circulando por las carreteras españolas, muchos conductores que no se pueden permitir comprarse un coche eléctrico y la infraestructura de carga todavía no está preparada para tanta demand.
Tavares —anterior CEO de Stellantis— había apoyado de forma pública los objetivos 'verdes' de Europa, pero ahora Filosa duda de los plazos. Insiste, además, en que no pretenden frenar la electrificación ni mucho menos, pero invita a valorar las consecuencias de hacerlo 'de golpe'.

La fórmula de Stellantis: neutralidad tecnológica y flexibilidad
El camino que propone Filosa es, a su juicio, mucho más realista, y es dejar que convivan varias tecnologías. Los híbridos, híbridos enchufables o coches con extensores de autonomía cree que son soluciones a medio camino mientras llega la electrificación total.
Stellantis sí que mantiene el compromiso en la neutralidad de carbono para el año 2050, pero cree que Europa todavía necesita tiempo y espacio para adaptarse. En este caso, su CEO aboga por la flexibilidad y recuerda que el mercado mundial está fragmentado. Por ejemplo, en Estados Unidos no están prohibidos los vehículos de combustión, pero en China la electrificación avanza mucho más rápido que en Europa.

Entonces... ¿Cuál es la receta a partir de ahora?
Hablar de flexibilidad y neutralidad tecnológica está bien, pero lo que importa es la 'vida real'. Los coches en la calle, la tecnología y la capacidad de la industria para mantener ventas y empleo. Por eso, Stellantis lleva esa teoría a la práctica con planes concretos, como el Piano Italia.
Es un plan que contempla la producción de modelos asequibles y modernos en las fábricas italianas, como el nuevo Jeep Compass en Melfi o el Fiat 500 híbrido en Mirafiori. Son vehículos eficientes, con tecnologías que tienden hacia la electrificación parcial y con precios mucho más contenidos para que los consumidores puedan acceder fácilmente.
Y también tenemos que hablar de los vehículos que se construyen sobre las nuevas plataformas STLA Medium y Small. Son plataformas modulares para producir coches con motores híbridos, enchufables o totalmente eléctricos de la manera más eficiente posible. Y lo hacen, en parte, teniendo en mente que la transición total a los vehículos eléctricos en 2035 no será posible.
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