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Un tiempo de emergencia que no deberías usar

Periodo de gracia: el margen de tu seguro que no deberías utilizar nunca

Los seguros son fundamentales en nuestro día a día, especialmente si hablamos del automóvil.

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El uso de nuestro vehículo entraña ciertos riesgos que, si bien pueden no pasar de ahí, pueden suponer también la generación de enormes gastos y consecuencias legales y administrativas. Es ahí donde nuestro seguro de automóvil, que es obligatorio para todos los vehículos, entra en acción y se hace cargo de todo lo que nosotros, como personas de a pie, no podemos reparar.

Por norma general, contratamos las pólizas de seguro con carácter anual, de manera que si todo ha ido bien y estamos de acuerdo con el precio que nos propone la aseguradora tras el último año con nosotros, esta se renueva automáticamente y se realiza el pago en nuestra cuenta corriente. Todo normal, fácil, como un recibo más.

Sin embargo, esto no siempre se lleva a cabo de esta manera y, en ocasiones, la práctica no es como la teoría de manera que, por la razón que sea, el seguro no se renueva porque el pago no se ha llevado a cabo. Es cuando entra en funcionamiento el llamado “periodo de gracia” de las aseguradoras, que nos permiten seguir cubiertos de manera “excepcional” hasta que la póliza se renueve ya de manera definitiva. VER VÍDEO.

Este periodo, que suele ser de un mes, se considera como una especie de “extensión” de cortesía durante el cual la aseguradora, en caso de cualquier problema, se haría cargo de los gastos siempre y cuando el asegurado pague el coste de renovación de la póliza. En caso contrario, la aseguradora podría no hacerse cargo, reclamar los costes judicialmente o, incluso, dar por extinta la cobertura de manera unilateral.

El periodo de gracia de las compañías de seguros es una cortesía de la que, por otro lado, no conviene abusar ya que puede volverse en nuestra contra. Muchos conductores piensan que, haciendo uso del periodo de gracia, a la hora de renovar la póliza consiguen a efectos prácticos un mes más de cobertura, pero la realidad es que las aseguradoras, cuando se abona el pago, fijan la fecha de renovación de acuerdo a la caducidad inicial de la póliza.

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