¡Para vosotros jugadores!: un Nissan GT-R de radiocontrol
¡Para vosotros jugadores!: un Nissan GT-R de radiocontrol
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El próximo 18 de octubre, una de las sagas de videojuegos de carreras más famosos del planeta estrenará un nuevo título de la saga. Con un año de retraso, Gran Turismo Sport llega a PlayStation para seguir formando pilotos en sus casas, dando un paso más en su famosa GT Academy, de la cual salieron estrellas como Lucas Ordóñez, Alex Buncombe o Jann Mardenborough. El objetivo de GT Sport será el de crear su propio sistema de carreras virtual, el cual, ayudado por la FIA, puede terminar por descubrir a nuevos talentos que de otra forma no tendrían dicha oportunidad. Cumpliendo el 20 aniversario del nacimiento de la saga Gran Turismo y con el acuerdo de colaboración con el fabricante de automóviles Nissan todavía sobre la mesa, ambas partes se han unido para llevar a Mardenborough de nuevo al mandoDualShock de PlayStation, casi como si el tiempo no hubiera transcurrido El objetivo no era otro que el de divertirse con un juguete a radiocontrol, en este caso un Nissan GT-R a tamaño real, un R35 de 2011 con 542 CV de potencia y capaz de alcanzar una velocidad punta de 315 km/h. El escenario para poner a prueba este RC a escala 1/1 no era otro que el de una ‘atmosfera’ controlada como la del Circuito de Silverstone. En ella, JLB Design puso a prueba esta unidad del Nissan GTR equipada con todo tipo de accionadores y elementos robotizados que permitían a Mardenborough controlar los frenos, la dirección, la transmisión y el acelerador del GT-R a través del mando de PlayStation. En total, hasta seis ordenadores instalados en el maletero actualizaban la posición de los controles cien veces por segundo, así como la velocidad a la que se circulaba o la situación del vehículo. Un dato, la precisión utilizada permitía medir hasta 65.000 posiciones distintas de la dirección, algo que obligó a Jann a utilizar las ‘setas’ en lugar de la cruceta analógica. Para completar la ‘epicidad’, Mardenborough no va dentro del coche, sino que lo hace un helicóptero, prácticamente imitando la vista cenital que utilizaban algunos de los primeros videojuegos de carreras de la historia. En su vuelta rápida al trazado más corto lograría un espectacular tiempo de 1 minuto y 17,47 segundos, con una velocidad punta por encima de los 210 km/h.