Ferrari ha sido demandada por uno de sus mejores compradores a nivel internacional, el coleccionista y expiloto norteamericano Preston Henn. El motivo de la demanda es algo que podría sentar las bases de un importante cambio en la forma en la que Ferrari vende sus coches. Resumiendo todo el asunto de forma sencilla, podemos decir que Ferrari vende sus coches a quienes ellos consideran oportuno, sin importar entonces el grado de compromiso con la marca o tu abultada cuenta corriente. La teoría nos dice que los mejores clientes de Ferrari tienen preferencia a la hora de comprar los modelos más exclusivos y limitados, pero esta demanda parece ser una excepción. Preston Henn quiere un y por este motivo envió un cheque a Ferrari por valor de 1 millón de dólares para reservar su modelo. Misteriosamente, Ferrari le devolvió el cheque justificando el acto con la no conformidad sobre la capacidad de Preston para ser uno de los elegidos para hacerse con una LaFerrari Aperta. La cólera de Preston fue mayúscula, y es que se trata de un muy buen cliente de la marca que desde 1960 se ha hecho con modelos clásicos y modernos muy exclusivos entre los que destacan el Ferrari 275 GTB, el Ferrari F40, F50, Enzo, LaFerrari, Maserati MC12 o incluso uno de los Fórmula 1 usados por Michael Schumacher. Tal ha sido el enfado de Preston Henn que ha decidido demandar a Ferrari por daños y prejuicios, considerando sus abogados que la negativa y motivos de la misma dados por Ferrari dañan la reputación e imagen de Preston. Aunque el importe es de unos irrisorios 75.000 $, lo cierto es que de conseguir un sentencia favorable, estaríamos ante la primera de este tipo que además sentaría precedente sobre una práctica muy extendida entre los fabricantes. En Centímetros Cúbicos: