NUEVO PROTOTIPO JAPONÉS
Mazda presenta su "propio" Renault 5, un pequeño coche con IA perfecto para ciudad
Juguemos a imaginar que este nuevo concept car es un modelo de serie. Sería un urbano EV barato, ¿pero ese que la Unión Europea está buscando?

Publicidad
Con el 2035 tan cerca y tan lejos, y desde que la Unión Europea se declaró al respecto, será un largo camino por el que nos acompañarán hasta dar con el elegido: el arquetipo que se está buscando para el continente, que consiste en un coche eléctrico accesible, eficiente para el día a día en ciudad y que sea, con una infraestructura que incluya la independencia de las baterías y demás componentes, competitivo con los chinos. Ese coche por y para Europa.
Los fabricantes no pierden el tiempo. Tienen sus modelos ya en circulación o bien a las puertas de su lanzamiento. El tamaño es la premisa hacia la tan ansiada democratización de los eléctricos –ansiada de parte de la industria más que de los clientes, de momento– y las marcas generalistas se han anticipado con modelos que poco tardaron en impactar en el mercado español. ¿Podría este llamativo y nuevo concepto ser un candidato a cumplir con la función? También puede ser simplemente un rival para el mercado eléctrico que compita con El Renault 5 E-Tech lo tiene todo: estilo, eficiencia y esa chispa que engancha al volante.

El ingrediente principal, repito, está en pertenecer al segmento A, preferentemente o al B, en su defecto. Bautizado como Mazda Vision X-Compact, este simpático y futurista diseño reveló en la edición 2025 del Japan Mobility Show –vaya reducto donde los japoneses vienen demostrando sus intenciones vinculadas a micromovilidades y coches compactos al extremo– su longitud de 3,82 metros, su anchura de 1,75 metros y su metro con 47 centímetros de altura.
Imaginando al Mazda Vision X-Compact entre los modelos de serie
De manera tal que, al menos en ese aspecto, calificaría sin problemas. Revisando la gama que la marca de Hiroshima ofrece en España, el mensaje de Mazda al experimentar con este prototipo es claro: hoy, un hueco ocupado por el híbrido Mazda 2, pero el futuro de este tipo de coche parece estar signado por la electricidad pura. Sabe la firma que deberá tener su caballo de batalla listo y a tiempo.

Vuelvo a preguntar: ¿Para democratizar la electromovilidad? Se supone que ese arquetipo pretendido llegará en su momento con precios realmente accesibles, más aproximados a los 10.000 ó 15.000 –sin ayudas por descuentos– que entre 20.000 y 25.000 euros. En este último rango encontramos a intérpretes vigentes e inminentes como el Renault 5 o el futuro Volkswagen ID de acceso. Tomando como referencia los 25.800 euros base del Mazda 2 Hybrid, si el X-Compact se llevara a producción, entonces debería no exceder el monto y sería hasta lógico que lo rebajara, dado que podría pertenecer, a diferencia del híbrido, al segmento más inferior.
De manera tal que, ahora mismo, dudo que le alcance a este Mazda para ser ese eléctrico accesible a todo el mundo que pretende la UE, aún teniendo en cuenta el necesario cambio de diseño y equipamiento interior al que se sometería bajo el fin de modelo de serie, así también como de los elementos exteriores. En ese aspecto, no parece ser un coche que decidido a resignar calidad. Los principales argumentos, sus dimensiones y el hecho de que contaría con una batería pequeña para garantizar traslados urbanos cotidianos y un valor de mercado asequible, atributos suficientes para posicionarse entre los eléctricos más vendidos de la actualidad, más allá del grado de accesibilidad. El concepto estético lo volvería toda una amenaza.

Un concepto con IA
¿Sería un obstáculo para los costes de producción su IA integrada? Diría que no, si lo comparamos con los potenciales competidores ya existentes, como los mencionados.
Más allá de las deducciones anteriores, si tuviera que ser un candidato hacia ese arquetipo 2035, año en que en Europa abandonarán la producción los coches de combustión y los eléctricos asumirán la responsabilidad, para ese entonces la inteligencia artificial ya se habrá expandido a escalas que, de momento, mejor no imaginar. Si la tecnología avanzada de la industria china, caracterizada por altos estándares digitales, es el rival apuntado, con más razón.
Suponiendo que le hace honor a la fiabilidad japonesa, lo que podría alejar a la eventual versión de calle del Mazda Vision X-Compact de la candidatura es el nivel de seguridad, ya que el modelo eléctrico buscado se equiparía con estándares lo suficientemente reducidos a fin de cumplir con unas normativas mínimas especiales que respondan al bajo coste de fabricación.
Publicidad
  




