Hay coches con encanto y un carisma especial que hace que se conviertan en leyendas de la automoción. Entre ellos se encuentra el Lotus Super Seven y, evidentemente, poder ponerse unas horas al volante de este vehículo de competición descapotado es un auténtico lujo. Mañana de domingo, sol, carretera secundaria con pocos coches y sinuosas curvas. Qué mejor entorno para disfrutar de este coche poco convencional. Pues esto es lo que hace desde hace años Geoff Wise, un afortunado que pudo adquirir uno de estos modelos fabricados a finales de los 50 en una subasta de Texas. "Al tratarse de un coche de carreras exige mucho a la hora de conducirlo y esta experiencia hace que tengas que tomarte una ducha después de llevarlo". De todos modos, Wise necesitó hacerle algunos 'arreglillos' para adaptarlo a las exigencias actuales para conducirlo por área urbana, introduciéndole nuevas suspensiones, barras interiores y elementos tecnológicos para mejorar la conducción. Sin embargo, sigue manteniendo el carácter vintage que atrae las miradas de todos los curiosos. "La gente sonríe al verlo, se acercan y entonces te preguntan por él. Conducirlo genera una sensación de emociones que es difícil explicar con palabras," Dale al play para disfrutar y saber un poco más sobre la historia de este Super Seven y su dueño.