Durante los últimos meses, los responsables de la industria del neumático y los principales fabricantes se encuentran discutiendo sobre la posibilidad de aumentar la profundidad legal mínima de la banda de rodadura. Algunas partes quieren modificar la normativa actual en la Unión Europea, ampliando los 1,6 mm que determinan en la actualidad que un neumático no se encuentra en condiciones de circular. En concreto abogan por una nueva profundidad legal de 3 mm, lo que se traduciría en una gran inversión, tanto por parte de los usuarios del automóvil como de los propios fabricantes de neumáticos. En concreto, un informe realizado por Ernst & Young para el fabricante galo apunta a que este cambio supondría un gasto disparatado para los conductores de la Unión Europea que se traduciría en unos 6.000 millones de euros por año. Este gasto no sólo vendría ligado a la necesidad de sustituir los neumáticos actuales por parte de los propietarios de un automóvil, sino que también el consumo de combustible sería mayor, así como las emisiones contaminantes. En concreto, Michelin estima que un vehículo con una goma que se encuentra rodando en el mínimo legal de profundidad consume hasta un 80% menos respecto a otro automóvil, cuyos neumáticos son completamente nuevos. También los fabricantes de neumáticos se verían afectado por ello, obligados a realizar una inversión extra a la hora de adaptar todo el proceso de producción a las nuevas medidas, diseño de la nueva carcas y estructura de sus productos de calle. Michelin asegura que este cambio en la profundidad mínima que debe tener el dibujo de la banda de rodadura no asegura que un neumático sea más efectivo en condiciones de mojado, tal y como han podido experimentar en su Technology Center de Ladoux La firma de Clermont-Ferrand aboga por evitar este gasto excesivo, el cual según sus datos no mejoraría las prestaciones en mojado, e implantar unas nuevas pruebas que aseguren el rendimiento en frenada sobre superficies humadas de los neumáticos con la actual profundidad límite de 1,6 mm, con el fin de asegurarse de que todos los productos de los distintos fabricantes cumplen con el estándar de seguridad. Un cambio de neumáticos temprano no garantiza mayor seguridad, asegurando Michelin que ningún estudio actual ha establecido un vínculo directo entre los niveles de accidentes y la profundidad de la banda de rodadura (siempre dentro del límite legal). En total, sólo en Europa, se tendrían que construir 128 millones de neumáticos más al año para satisfacer dicha demanda.