UNA CUESTIÓN DE SEGURIDAD

Si te has operado la DGT tiene que saberlo: puede afectar a tu carnet de conducir

La seguridad al volante es uno de los aspectos en los que más se está trabajando para reducir los accidentes de tráfico y la mortalidad en las carreteras. Sin embargo, el hecho de contar con mejores sistemas de seguridad no anula la responsabilidad del último eslabón de la cadena vial: el conductor.

Publicidad

Cuando hablamos de seguridad vial debemos hablar también de las mejoras que se han introducido en la industria del automóvil, capaz de desarrollar en la actualidad los vehículos más inteligentes y seguros que nunca jamás hayamos conducido. También tenemos que hablar de la situación de nuestras carreteras, en constante cambio pero que, aun así, necesitan una importante inyección de dinero para actualizarse o de la actitud y comportamientos de los conductores que son, nunca está de más recordarlo, los últimos responsables de lo que sucede en las carreteras.

A la Dirección General de Tráfico le interesa con la mayor cantidad posible de información acerca de lo que sucede con los conductores, de lo que hacen y de cuál es su estado de salud. No se trata de saber por saber: conocer datos de salud relativos a ciertas enfermedades es fundamental para actuar en consecuencia y saber cómo y cuándo deben usar sus vehículos. De esta manera, no debe cumplir las mismas condiciones un conductor de 30 años de edad sin ningún tipo de patología que un conductor de 70 años que desea renovar su permiso de conducir pero cuenta con varias patologías clínicas.

La DGT necesita saber si te has operado

Y no sólo necesita saberlo, sino que en ocasiones dichas operaciones también influyen en lo que un conductor puede o no puede hacer. Algunas intervenciones quirúrgicas de diversa índole implican incluso la prohibición temporal de coger el coche. Es el caso por ejemplo de una intervención quirúrgica muy sencilla y -desgraciadamente- cada vez más popular: tras la implantación de un marcapasos cardiaco es obligatorio respetar un reposo de 2 semanas en los que está terminantemente prohibido ponerse al volante. Por si fuera poco, los pacientes que se hayan sometido a una intervención de este tipo deben contar con un informe médico positivo cada tres años que les permita renovar el carnet de conducir.

Otras intervenciones quirúrgicas no necesitan aplicar un reposo tan extremo, pero sí es obligatorio informar a la DGT de que te has sometido a ellas. Es el caso por ejemplo de las cirugías refractivas, indicadas en caso de corrección de defectos de visión como miopía o astigmatismo. Tras la intervención hay que aportar un informe positivo, informe que permitirá prorrogar el permiso de conducción durante un máximo de un año. Tras ese tiempo, será necesario renovar de nuevo el permiso de conducir.

Antena 3» Noticias Motor

Publicidad