CÓMO AHORRAR

Gasolineras de ciudad o de carretera: ¿dónde es más barato llenar el depósito?

Encontrar la estación de servicio con los precios más ajustados es el truco que nunca falla al intentar mitigar el impacto de la inflación

Dicha idea es la que ha conducido a estos investigadores a llevar a cabo el estudio, en el que participaron un total de 81 hombres sanos, con edades iguales o superiores a los 18 años.Todos ellos se separaron en dos grupos. Uno, cuyos participantes fueron sometidos a 20 minutos de estimulación transcraneal directa sobre la corteza prefontal y otro que cumplió la función de placebo, ya que sus miembros se expusieron a una corriente de baja intensidad durante 30 segundos. Ninguno sabía a qué grupo pertenecía, por lo que no podía existir sugestión en los resultados.Finalizada esta primera parte, se presentaron a los voluntarios dos escenarios hipotéticos, uno en el que se recreaba un asalto físico y otro similar, pero con una agresión sexual.Al preguntar con qué probabilidad se verían como protagonistas de la escena, su intención de participar disminuyó en los que habían sido tratados con respecto al placebo en un 47% para la agresión física y un 70% para la sexual.Además, también calificaron las escenas como moralmente incorrectas en una mayor proporción.Hasta ahora los investigadores se preguntaban si los comportamientos violentos podían generar cambios en el cerebro o si, por el contrario, eran dichas anormalidades cerebrales las que generaban los comportamientos violentos. Ahora, esta nueva investigación apoyaría la segunda opción. Pero eso no es todo, ya que de cara a un futuro podría ayudar a tratar a agresores sexuales para evitar que reincidan en ocasiones posteriores. Quizás habría que aumentar el tiempo de exposición o el número de repeticiones.De cualquier modo, los autores del estudio han insistido en que aún haría falta mucha más investigación para poder confirmar esta teoría. Si fuera así, la ciencia dispondría de un arma perfecta para luchar contra estos criminales; pero, hasta que eso ocurra, habrá que confiar en que la justicia sepa actuar en consecuencia.

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El verano es sinónimo de viajes. Se incrementan tanto los desplazamientos de largo recorrido como los que son más breves y el coche vuelve a ser, un año más y a pesar del actual escenario, el medio de transporte elegido por la mayoría de los conductores españoles. Sin embargo, los elevados precios del combustible nos obligan a planificar mejor que nunca cada movimiento para identificar dónde es más barato repostar: ¿en las gasolineras de ciudad o en las de carretera?

El comparador ‘CasaCocheCurro’ ha respondido a esta pregunta analizando los datos proporcionados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico acerca de 11.305 gasolineras. Las estaciones de servicio con los precios más ajustados son las que se encuentran en los polígonos industriales, zonas que, además, suelen ser las elegidas por lasgasolineras ‘low cost’. Y les siguen las situadas en carreteras nacionales o secundarias.

Colas de vehiculos esperan para repostar en una gasolinera de Madrid
Colas de vehiculos esperan para repostar en una gasolinera de Madrid | EFE

Para diésel y gasolina

Una conclusión que se cumple para los dos tipos de combustible más demandados: gasolina y diésel. Si centramos el foco en cada uno de ellos observaremos que de las estaciones de servicio que ofrecen la gasolina con los precios más ajustados, 21 están instaladas en un polígono industrial, 16 en la carretera y quince en la ciudad. Y lo mismo ocurre con el diésel: 24 de ellas están en un polígono, catorce en la carretera y otras catorce en la ciudad.

Como siempre, existen algunas excepciones. El citado comparador apunta que en provincias como Guipúzcoa, La Rioja, Lérida, Lugo, Málaga u Ourense es más aconsejable decantarse por una gasolinera de carretera.

Gasolinera de Granadilla
Gasolinera de Granadilla | grupogonzalezm.com

Las razones

Explica la OCU que, normalmente, la media de precios de las estaciones de servicio ubicadas en las grandes vías de comunicación suele ser más elevada que la media: el diésel, por ejemplo, puede llegar a ser un 2% más caro. ¿La razón? Por ellas circulan, cada día, miles de vehículos que les garantizan siempre cierto nivel de clientela. Saber elegir el surtidor adecuado en estos casos puede suponer un ahorro de hasta el 16% en gasolina y del 14% si nuestro coche es diésel.

¿Cómo pueden ofrecen precios tan ajustados las gasolineras de los polígonos industriales? Al contrario que las situadas en la carretera o en la ciudad, estos lugares no cuentan con un elevado tránsito de vehículos: con cifras más contenidas se convierten en un reclamo para los conductores. Y, además, el precio del suelo en estas zonas es más barato y requieren un mantenimiento menor. Eso sí: recordar que la calidad de la gasolina será la misma en unas y otras porque así lo marca la ley.

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