DE PIONERO A COMPETIR FEROZMENTE
Fue el primer eléctrico vendido en masa, pero hoy pasa casi inadvertido a pesar de haberse renovado
Hubo un tiempo en que hablar de coche eléctrico era hablar del Nissan Leaf, y cualquiera que estuviera mínimamente atento al mercado lo sabía. Este llegó cuando todavía sonaba a ciencia ficción pensar en un coche sin motor de combustión, y mientras las demás marcas remoloneaban, Nissan puso un eléctrico en la calle para la gente de a pie, no para cuatro millonarios raros de California. Era “feo”, sí, y su batería se agotaba más rápido de lo que duraba un café con los colegas, pero era el primero que podías comprar en un concesionario sin sentirte un extraterrestre.

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Hubo un tiempo en que hablar de coche eléctrico era hablar del Nissan Leaf, y cualquiera que estuviera mínimamente atento al mercado lo sabía. Este llegó cuando todavía sonaba a ciencia ficción pensar en un coche sin motor de combustión, y mientras las demás marcas remoloneaban, Nissan puso un eléctrico en la calle para la gente de a pie, no para cuatro millonarios pedantes de California. Era “feo”, sí, y su batería se agotaba más rápido de lo que duraba un café con los colegas, pero era el primero que podías comprar en un concesionario sin sentirte un extraterrestre.
El problema es que el tiempo no perdona, y el que fue el pionero ha acabado siendo uno más en un mercado ya saturado de rivales que llegan con más diseño, más marketing y más chispa (o sea, autonomía). Pero bueno, el Nissan Leaf 2026 está al caer, completamente renovado, con una autonomía que ya no es motivo de chiste y con un diseño mucho más resultón que el de aquellas primeras generaciones. Pero el coche que abrió la veda ahora tiene que pelear por atención en un mercado al que le salen los eléctricos por las orejas.
De pionero a veterano discreto
El Leaf nació como un experimento atrevido y se convirtió en el eléctrico de referencia durante casi una década. Un eléctrico para el día a día que, aunque no daba para mucho, cumplía para quien tuviese cargador en casa y algún taxista. Sin embargo, la etiqueta de pionero, que debería ser un honor, hoy se ha convertido en un lastre, porque los que vinieron después han sabido venderse mejor y hacerse mucho más atractivos.
El Leaf 2026 llega con las promesas de unos 604 kilómetros de autonomía y una batería de 75 kWh, lo que sobre el papel lo coloca en la liga de los coches que no necesitan pedir perdón por ser eléctricos. Pero claro, ya no juega solo, y no basta con ser correcto, ni siquiera con ser el que más autonomía ofrece en su categoría. El Leaf, pese a todo, se ha quedado con la imagen de “el eléctrico de los prácticos”, lo cual no está mal, pero tampoco te va a hacer enamorarte de la conducción.
Esa discreción es también un valor en sí mismo cuando lo que se busca es un coche eléctrico que no destaque y que simplemente hace bien su trabajo ofreciendo una alternativa a las exageraciones del resto del mercado, pero claro, cuando el comprador medio lo que quiere es presumir de lo último en pantallas y diseño rompedor, el Leaf parece un convidado de piedra en la fiesta.

Los rivales que le pisan los talones
La competencia del Leaf 2026 no se anda tampoco con bromas. Ahí está el Citroën Ë-C4, que es un compacto que arrasa en ventas gracias a su precio más asequible y que, aunque no llega a su autonomía, compensa con una imagen fresca y un posicionamiento muy claro para los urbanitas. Después tenemos el Volkswagen ID.3 GTX, que juega a igualar la autonomía del Leaf, pero con un extra de músculo y el prestigio de la marca alemana, lo que siempre ayuda a la hora de convencer al cliente que quiere un coche con pedigree y presencia.
Aun así, los rivales más serios son de Corea y de China. El Kia EV3, llega a 606 kilómetros de autonomía y se permite incluso el lujo de superar al Nissan en cifras y encima lo hace con un diseño de SUV compacto que conecta muy bien con lo que pide el mercado europeo. Por su parte, el MG4 es la sorpresa barata de la película porque es un coche con autonomía más que decente, una estética renovada y, sobre todo, un precio rompedor que lo convierte en un dolor de cabeza real para cualquier rival que intente ser racional y competitivo a la vez.
Ya como guinda, el Renault Mégane E-Tech Eléctrico, que aun con menos autonomía se defiende con una marca muy querida en nuestro mercado y con una imagen de coche moderno muy agradable a pesar de distanciarse mucho del Megane original. Con esta competencia, el Leaf se verá obligado a demostrar que no solo es el veterano respetable, sino que todavía puede ser la mejor elección para su hueco del mercado.
El futuro sin estridencias
El Nissan Leaf 2026 tiene todo lo necesario para seguir vivo en el tablero. Tiene autonomía, tiene diseño renovado, tiene la experiencia de haber sido pionero y cuenta con la fiabilidad de una marca que se atrevió antes que nadie a apostar por lo eléctrico. No va a ganar en popularidad frente a un Tesla ni va a ser el más comentado en ninguna parte, pero puede seguir siendo el tipo de coche eléctrico que simplemente funciona, que cumple y que da confianza a quien no quiere jugársela con un recién llegado.
No parece que vaya a brillar como al principio, pero conviene recordar que sin el Leaf no estaríamos hablando hoy de un mercado eléctrico tan variado y competitivo.
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