MUY PLAYERO Y CON ACTITUD
Por fin un coche eléctrico que mola: El Ami Buggy se disfraza de Wrangler para ir a surfear y lo puedes conducir con 14 años
Citroën y Rip Curl han unido fuerzas para dar vida al Ami Buggy Rip Curl Vision, un prototipo pensado para moverse entre dunas y olas con la misma naturalidad. Es eléctrico, solo mide 2,4 metros y puede conducirse desde los 14 años. No es rápido ni caro, pero tiene algo que muchos coches modernos han perdido: actitud.

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Por fin alguien ha entendido la fórmula. Durante años, los coches eléctricos pequeños han sido todo lo contrario a lo que debería atraer a un joven: grises, cuadrados, lentos y con la emoción de un microondas. Pero Citroën se ha rebelado con algo tan inesperado como divertido: el Ami Buggy Rip Curl Vision, un concept eléctrico con alma de juguete y pinta de mini Wrangler listo para bajar a la playa con la tabla al hombro.
Nace de una colaboración entre Citroën y Rip Curl, y su objetivo no es esconderlo: quiere ser el vehículo del verano eterno, el que sirve para moverte por la costa, aparcar donde otros no caben y hacerlo sin ruido ni gasolina. Y encima, lo puedes conducir desde los 14 años.
Un eléctrico con alma playera
El Ami Buggy Rip Curl Vision lleva la misma base del conocido Citroën Ami, pero su aspecto es otro mundo. Adiós a las puertas cerradas y los tonos apagados; aquí hay protecciones, neumáticos gordos, portaequipajes y un aspecto impactante con esa tonalidad oscura de la carrocería.
Por dentro, materiales lavables y detalles pensados para los que viven con arena en los pies –como unas alfombrillas realizadas con material reciclado procedente de viejos trajes de surf–. Incluso lleva una ducha portátil y ganchos para llevar la tabla de surf. No es un coche, es un juguete funcional.
Su mecánica no cambia: un pequeño motor eléctrico y una autonomía pensada para moverte por ciudad o por la costa sin complicaciones. Pero en este caso, lo de menos son los kilómetros. Lo importante es que transmite una sensación de libertad que pocos coches eléctricos han sabido ofrecer. Y es curioso, porque el Citroën Ami es uno de los coches que más versatilidad ha dado:
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Movilidad sin complejos
Citroën quiere dejar claro que la movilidad eléctrica no tiene por qué ser aburrida, y el Ami Buggy lo demuestra sin pedir perdón. Es simple, sí, pero también tiene personalidad, algo que se echa mucho de menos en los coches modernos. Además, es un mensaje potente para los jóvenes: se puede empezar a disfrutar de la carretera (y del mar) sin esperar a los 18.
No se venderá tal cual, al menos por ahora, pero abre una puerta interesante. La del coche urbano que no da pereza, que no se toma demasiado en serio y que recupera la esencia de lo que antes llamábamos “divertirse conduciendo”. Un concepto tan simple que sorprende que haya tardado tanto en llegar a la era eléctrica.
Porque, seamos sinceros: si el futuro va a ser eléctrico, que al menos tenga arena en el suelo y una sonrisa en la cara.
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