Evita dañar tu coche al quitar la arena de la playa: así se hace de forma correcta

Las vacaciones de verano, ese periodo de tiempo en el que la gente busca tranquilidad y descanso, bien en la playa, o en un entorno más rural. Sea el destino que sea, la mayoría de turistas eligen el coche como modo de transporte favorito. De hecho, el 81% de los españoles planean realizar un viaje por carretera entre los meses de junio y septiembre.

En esta época, las altas temperaturas pueden afectar seriamente al funcionamiento de tu coche si no se toman las precauciones adecuadas. Uno de los principales problemas es el sobrecalentamiento del motor, especialmente si el sistema de refrigeración no está en buen estado o si el nivel del refrigerante es bajo. Además, el calor también puede hacer que el aceite pierda viscosidad más rápidamente.

Otro problema frecuente en verano es el deterioro de los neumáticos. El asfalto caliente, combinado con una presión inadecuada, puede provocar un desgaste irregular o incluso pinchazos. También es común que las baterías sufran más en esta época. A esto se suma el uso del aire acondicionado, que puede exigir de más al sistema eléctrico y generar un mayor consumo de combustible.

Cómo evitar que la arena dañe el interior de tu coche

Ir a la playa en verano es uno de los planes preferidos por muchos conductores, pero trae consigo un problema frecuente: la arena que se acumula dentro del coche. Aunque parezca una molestia menor, si no se limpia correctamente, puede ocasionar daños importantes en el interior.

Uno de los errores más habituales es intentar quitar la arena con una bayeta o un trapo húmedo. Los granos de arena, al ser ásperos, pueden rayar la tapicería, desgastar el material de los asientos e incluso dañar superficies más delicadas.

La mejor forma de eliminar la arena sin poner en riesgo el estado del coche es utilizando una aspiradora. Este método permite succionar los granos sin generar fricción, evitando así cualquier tipo de abrasión. Si no cuentas con una aspiradora, se recomienda adquirir una de mano: son pequeñas, prácticas y muy efectivas.

Además, tomar algunas precauciones antes de subir al coche puede marcar la diferencia. Sacudir bien las toallas y limpiar los pies antes de entrar son acciones sencillas que ayudan a reducir la cantidad de arena. No solo se protege la estética interior, sino también componentes sensibles como los conductos de ventilación, que podrían verse afectados si se cuela arena en su interior y suponerte un gasto extra y un contratiempo innecesario en mitad de tus vacaciones.

La Operación Especial de Tráfico del 1 de agosto prevé 6,9 millones de desplazamientos por carretera