NUEVA GENERACIÓN
Este nuevo SUV eléctrico de Mercedes recupera muchos rasgos clásicos de la marca
El exitoso GLC se toma al nuevo lenguaje estético con mesura y apela a lo tradicional, pero rompe en el interior

Publicidad
Ante el nuevo lenguaje de diseño de BMW, su principal rival no quiso ser menos y lanzó su propuesta. En Stuttgart también han cambiado de página en lo que respecta a modelos eléctricos y el puntapié inicial lo ha dado la nueva generación del Mercedes-Benz GLC, el exitoso SUV que en Europa es líder de ventas entre todos los modelos de la marca alemana.
Al tratarse de una nueva generación, la evolución incluye digitalizaciones avanzadas y una propulsión eléctrica mucho más capaz resumida en una autonomía de más de 700 kilómetros –hasta 720, para ser exacto–, entre otras actualizaciones. Sin embargo, como sucede con el BMW, el primer impacto se ocasiona al verlo desde afuera.

Un impacto que se genera no solo por lo que había adelantado en las imágenes preliminares –el detalle de la calandra–, sino por lo que ahora revela de cuerpo entero tras su presentación mundial en el Salón del Automóvil de Múnich: no hablamos de un cambio tan radical como sí vemos en el nuevo lenguaje visual de BMW, donde el concepto de diseño nada tiene que ver con el se sustituye, sino más conservador de lo que se esperaba.
El nuevo Mercedes-Benz GLC eléctrico: No innovar más de la cuenta
Esto puede atribuirse a una cuestión estratégica, a cambiarle la imagen a una gama eléctrica necesitada de la aceptación de los clientes. Entonces, la decisión se basó en una renovación estética que está a la vista, pero ejecutada en secciones puntuales y manteniendo el concepto de diseño que tanto le ha funcionado al GLC con motor de combustión.

La fórmula está sobre la mesa: no innovar más de la cuenta en cuanto a apariencia, sino reinterpretar la generación saliente y, sobre ella, aplicar los rasgos nuevos. Se espera que esto ocurra en el inminente Clase C eléctrico y, por lo pronto, es lo transmite este Mercedes-Benz GLC con tecnología EQ 2026, el primer cien por ciento eléctrico en la historia de este SUV de tamaño mediano.

Sin dudas, de esos rasgos que sobresalen en la carrocería, el que más destaca es la calandra, una oda a la nueva tendencia que consiste en contrastar en el frontal con todo un conjunto de iluminación LED. Y en esta sección delantera también se evidencia la intención de apostar por lo tradicional.
La gran revolución, puertas adentro
Esto es porque su calandra –la llamada parrilla– evoca a las de los modelos clásicos de la marca. No traicionar la esencia, de eso se trata. Eso sí: si existe una gran revolución en este nuevo lenguaje de los EV de Mercedes, se descubre en el interior, donde se revela la carrera por cuál de los dos fabricantes alemanes se impone en cuanto a la puesta en escena tecnológica.

Cada uno a su manera. En los nuevos BMW, con algo más de sutileza, insertando una proyección panorámica que expande las opciones de navegación a lo ancho de la franja baja del parabrisas y una pantalla de silueta tridimensional que se lleva las miradas. En los nuevos Mercedes, toda la cara frontal del salpicadero se convierte en pantalla.
Publicidad