¿Cuántos trabajos que ni imaginamos se llevan a cabo durante el desarrollo y fabricación de un coche? Hoy vamos a explicar uno de los trabajos más difíciles que se llevan a cabo en la planta de Ford en Almussafes, Valencia. Hablamos de un trabajo que muy pocas personas pueden realizar por las exigencias de formación y experiencia que necesita, y por eso este trabajador de Ford que se dedica a escuchar motores, sí, escuchar motores, es tan importante a la hora de fabricar cada nuevo propulsor. Modelos como el Ford Focus RS con su motor 2.3 EcoBoost de 350 CV necesitan alcanzar unos valores de fiabilidad y calidad muy altos, y es que su rendimiento y prestaciones exigen el 200% de su mecánica. Por este motivo, este operario de Ford, al igual que muchos otros con idéntico cometido, tiene como misión detectar cualquier mínima anomalía interna realizando un examen exhaustivo del propulsor mediante un fonendoscopio. El proceso es cuanto menos curioso. El primer paso es coger un motor 2.3 EcoBoost, instalarlo en un banco de ensayo donde poder medir todos sus parámetros, y después ponerlo en funcionamiento durante 1 minuto a diferentes cargas de trabajo. Durante todo el periodo de funcionamiento del propulsor, el operario analiza con su oído diferentes partes del propulsor, desde el sistema de lubricación hasta los asientos del cigüeñal, pasando por válvulas y todo tipo de elementos móviles. Este proceso de escucha de motores se realiza a razón de 2000 motores al día, contando para ello con nada menos que 18 cabinas completamente insonorizadas. Aunque el motor del Focus RS es uno de los más exigentes, este proceso de verificación de calidad también se realiza para el Focus ST, Ford Mondeo y Fod S-Max. En Centímetros Cúbicos: |