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Puede marcar una gran diferencia

La DGT recuerda cómo llevar el elemento de seguridad que salvará tu vida

El cinturón de seguridad, un elemento tan simple como beneficioso que la DGT recuerda cómo llevar abrochado correctamente para su mayor efectividad.

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Bien es cierto que el avance tecnológico ha servido para mejorar e implantar nuevas medidas de seguridad, pero hay algunas que han sufrido escasas modificaciones desde su creación. ¿El motivo? Un planteamiento tan simple como eficaz que puede marcar la diferencia entre salir ileso de un accidente o sufrir graves daños. Entre ellos se encuentra el cinturón de seguridad, elemento imprescindible que la DGT recuerda cómo debemos llevarlo abrochado para asegurarnos de que su efectividad es absoluta.

Y es que la lucha por llevar puesto el cinturón de seguridad se ha relajado después de que los conductores se hayan concienciado, en su mayoría, de la importancia de este. Sin embargo, que lo llevemos abrochado no quiere decir que lo llevemos adecuadamente, punto que resulta crucial para garantizar un buen funcionamiento del mismo.

Es precisamente por ello que la DGT se sumerge en la tarea de recordar cómo debemos ajustar el cinturón, entre otros, para que cumpla con su función adecuadamente. Y es que, al igual que sucede con la postura al volante, es necesario tener en cuenta una serie de parámetros que nos permitirán ir más seguros a los mandos de nuestro coche.

Lo primero es que debemos asegurarnos de que las bandas del cinturón están apoyadas en las zonas más duras, es decir, los huesos. La diagonal del mismo debe pasar por la clavícula, entre el hombro y el cuello, mientras que la horizontal tiene que ir por debajo del abdomen, en las caderas. Pero no tan rápido, ya que existen factores externos que, aunque cumplamos con estas medidas, pueden reducir igualmente la efectividad del cinturón.

Debemos tener en cuenta que es fundamental que no conduzcamos -también válido para cualquier otro asiento- con un abrigo puesto, ya que de lo contrario podemos experimentar lo que se conoce como efecto submarino. Tampoco debemos usar pinzas o enganches para intentar ajustar el cinturón ni llevar almohadas a modo de alzas en el asiento.

Por último, podemos realizar una sencilla comprobación para asegurarnos de que el cinturón está correctamente ajustado. Una vez que lo abrochemos, debemos tirar de la banda diagonal para dejarlo bien ajustado y comprobar así que las bandas no están enganchadas, enrolladas o retorcidas en ningún punto.

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