ADN DE CARRERAS
CUPRA León VZ TCR: El circuito se apodera de la calle
CUPRA sube el nivel de deportividad y pone en circulación una edición especial y de producción limitada del León. Más de 300 CV, más de 400 Nm de par y puro ADN de carreras

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Arranca una nueva era para CUPRA con el León VZ TCR, un coche que bebe directamente del espíritu que se presupone a todo CUPRA: competición. Según el comunicado oficial, esta versión limitada llevará la experiencia TCR al asfalto urbano, combinando un diseño inspirado en la competición y una potencia de 325 CV con la misma precisión que los coches de carreras, o eso nos prometen, claro. Y en principio, no hay motivos para dudar, pues CUPRA se ha destacado, hasta el momento, por tener modelos muy, muy dinámicos y también bastante deportivos, como los “viejos” VZ Cup.
No debemos olvidar que CUPRA nació como la variante más deportiva y “urban style” de SEAT y desde el primer momento, todos sus coches han apostado por la deportividad y por el estilo. Era cuestión de tiempo que la línea que separa los modelos de producción de los destinados a las pistas de carreras, se quedaba en una simple línea fina pintada en un papel. Como se ha dicho, ya lo vimos con los León VZ Cup y su puesta a punto más radical y ahora, toca el turno de los VZ TCR.
Por ahora, y seguramente esto no cambie, se ofrece únicamente sobre la base del CUPRA León y además, en edición limitada. Solo se producirán 499 unidades, lo que subraya el carácter de edición especial y añade algo de valor adicional a esa conexión con los modelos de competición.

De la pista a la carretera
CUPRA describe este modelo como un puente entre la competición y la conducción diaria. La aerodinámica ha sido optimizada con elementos específicos inspirados en el TCR: alerón en techo, splitter delantero y trasero, faldones laterales y una calandra rediseñada para reducir la resistencia al aire.
Bajo el capó yace un motor turbo de 2.0 litros que entrega 325 CV y 420 Nm de par, lo que convierte a este León en el más potente de tracción delantera jamás fabricado por CUPRA. También emplea un diferencial VAQ controlado electrónicamente, junto con una caja de cambios de siete velocidades.
Cada una de esas 499 unidades incluye neumáticos de alto rendimiento de 245 milímetros, cinturones de seguridad de cuatro puntos y asientos traseros desmontables. De esta forma, el coche logra una reducción de peso notable, muy al estilo de los coches de circuito. Además, incorpora llantas ligeras específicas para este modelo y escapes cuádruples en color copper que refuerzan su carácter deportivo.
ADN de competición compartido
Según CUPRA, el León TCR y su hermano, el León VZ TCR, comparten el mismo ADN. El motor EA888 de 2.0 litros es exactamente el mismo, algo que el equipo de racing considera clave para mantener la “confianza entre pista y calle”. La marca ha dejado claro que no han “aflojado” la mecánica: al elevar la potencia para la versión TCR, han ajustado parámetros electrónicos pero sin recurrir a cambios radicales en el bloque motor básico.
Por otra parte, CUPRA también ha optado por una configuración de suspensión y dirección inspirada en sus programas de competición. El León VZ TCR monta amortiguadores específicos con un tarado muy deportivo, que potencia la agilidad y la eficacia en curva.

Edición limitada, vocación exclusiva
Solo se fabricarán 499 unidades del León VZ TCR, y cada una tendrá un número de serie grabado con láser en el panel de la puerta, subrayando que no es un León más, sino un homenaje a los Leones de competición construidos por CUPRA Racing.
La producción correrá a cargo de la planta de Martorell, como parte de la estrategia de CUPRA para reforzar su conexión con la tradición deportiva y su experiencia en carreras turismos.
Se tiene previsto que las primeras unidades comiencen a entregarse a sus propietarios a finales de 2026. Todavía no se ha comunicado precio, pero se dice que rondará los 60.000 euros.
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