UNA NUEVA VIDA PARA LOS DIESEL
Creías que tu coche diésel estaba para tirar, pero este truco para pasarlo a etiqueta ECO lo ha cambiado todo
¡Adiós al cementerio de los diésel, hola a la vida ECO! Tu Skoda Octavia tiene mucha vida por delante.

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¿Pensabas que tu viejo diésel estaba condenado al desguace, verdad? Que si las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), que si la etiqueta C o B, incluso te miran mal en cada semáforo… Pues prepárate, que la cosa se pone buena. Hay un truco que está revolucionando el mundo de los motores de gasoil y que puede darle a tu coche una segunda juventud: convertirlo a GLP (Gas Licuado del Petróleo). Sí, has leído bien, ese combustible que suena a magia barata puede hacer que tu diésel pase de ser un paria a lucir la etiqueta ECO como si fuera un influencer de postureo sostenible.
No es broma. Solamente necesitas una instalación que ronda los 1.500 a 3.000€ para que tu coche empiece a tirar con GLP. ¿Resultado? Menos humazo negro, menos multas en las ZBE y un ahorro en combustible que te hará reírte de los precios del gasoil. Eso sí, ojo a esto: necesitas un diésel Euro 6 (de 2014 en adelante) para que la DGT te dé el visto bueno y te coloque esa pegatina ECO que vale su peso en oro. Si tu cacharro es más viejo, igual no llega a tanto, pero aún le sacarás jugo.
El GLP: el AdBlue de los campeones
Vamos a ver, que no te vendan la moto (o el diésel) sin explicarlo bien: el GLP no es que sustituya al gasoil como en los coches de gasolina que usan esta tecnología. Aquí el truco está en que se mezcla con el diésel en la combustión, como si le echaras un chupito de energía limpia al motor. Esto reduce las emisiones de NOx y partículas hasta un 20%, lo suficiente para que tu coche deje de ser el malo de la peli ecológica y se gane el respeto de las normativas. Además, te plantas un depósito extra de GLP y, ¡hala!, autonomía para aburrir.
Básicamente es el AdBlue, pero bien hecho.
¿Y el dinero? El GLP está a unos 0,90-1,00 €/litro frente al 1,50-1,70 € del diésel en abril de 2025. No te vas a forrar como en un reality de esos de tipo MTV, pero cada repostaje te aliviará bastante. Eso sí, necesitas un taller con manos expertas que homologue la reforma en la ITV y le diga a la DGT: “Oye, que este diésel ahora mola”. Si todo sale bien, tu coche no solo esquivará las restricciones de las ZBE, sino que hasta podrá presumir de descuentos en parkings o impuestos.
Otras opciones menos prácticas
Vale, el GLP es el rey del mambo, pero hay otros trucos en la manga. ¿Has oído hablar de la microhibridación? Algunos diésel modernos se pueden tunear con un sistema mild-hybrid, pero prepararte el bolsillo porque no es barato ni común. Luego está el kit Twin-E, una movida francesa que convierte tu diésel en un híbrido enchufable con 70 km de autonomía eléctrica. Suena a ciencia ficción, pero los 7.500 euros que cuesta te hacen volver a la realidad rapidito.
Y si te va lo extremo, siempre puedes ir a por el retrofit eléctrico y convertir tu diésel en un coche eléctrico puro con etiqueta CERO. Claro, por 10.000-20.000 euros, igual te sale más a cuenta comprarte un Tesla sin más. No, en serio, el GLP es el truco ganador: accesible, práctico y con un puntito gamberro que le da mil patadas a mandar tu diésel a la chatarra. ¿A qué esperas para darle caña? Busca un taller, haz números y prepárate para reírte en la cara de las ZBE.
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