El filtro de partículas está ubicado en el tubo de escape de nuestro vehículo y es el encargado de eliminar las partículas sólidas generadas por el motor, para superar las limitaciones de contaminación contempladas en las normativas Euro V y Euro VI. Actualmente, lo integran casi todos los diésel modernos.

El tubo de escape se encarga de recoger y almacenar todas estas partículas y, cuando este se llena, comienza el proceso de regeneración activa que se basa en eliminar todas las partículas mencionadas y seguir cumpliendo con su tarea. Sin embargo, si el proceso no se realiza correctamente, finalmente, aparecerá la temida avería. Una correcta conducción y algunos consejos de mantenimiento pueden ayudarnos a evitar pasar por el taller. VER VÍDEO.