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UN POSIBLE SALVAVIDAS

¿Cómo funcionan las rampas de frenado que pueden salvarte la vida?

En ocasiones lo pasamos por alto, pero la realidad es que las vías rápidas están pensadas para casi cualquier situación, incluyendo un fallo masivo de los frenos de tu vehículo

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Las vías rápidas son fundamentales para la movilidad por carretera: en nuestro país, se encargan de "vertebrar" la movilidad terrestre, uniendo grandes núcleos urbanos repartidos por toda la geografía estatal, permitiendo así desplazamientos rápidos y seguros gracias a las características propias de este tipo de construcciones: muchos carriles, vías con pocas curvas o poco pronunciadas, instalaciones cercanas a pie de carretera...

Estas vías rápidas, además, cuentan con todo tipo de elementos que se construyen en previsión de situaciones de emergencia, construcciones que no siempre están disponibles en otro tipos de carreteras pero que, sin embargo, pueden marcar la diferencia entre un accidente de tráfico que se quede en un susto o un accidente de tráfico de trágicas consecuencias. Seguro que en más de una ocasión te has fijado en unas "pistas" que suelen estar colocadas en lo que sería el arcén de la vía, unas pistas con unas características diferentes a lo que sería un simple asfalto.

Estamos hablando de las pistas de frenado, unas construcciones que generalmente se colocan en autopistas y autovías aunque, haciendo honor a la verdad, también es posible verlas en carreteras de montaña donde la inclinación es muy pronunciada. Las pistas de frenado están diseñadas para evitar males mayores en caso de que un vehículo tenga un problema de frenos y no sea capaz de detenerse por sí solo. ¿Cómo funcionan estas pistas de seguridad?

Cómo funcionan las pistas de frenado

Las pistas de frenado están colocadas estratégicamente en lugares en los que un vehículo puede circular a mayor velocidad a consecuencia, generalmente, de un tramo de circulación cuesta abajo, de ahí que también se coloquen en zonas de montaña cuando la vía lo permite. Están diseñadas para conseguir detener por completo un vehículo de gran tonelaje (un camión cargado) sin que éste se destruya y, evidentemente, sin que sus ocupantes sufran lesiones.

Existen pistas de frenado de muchos tipos: las más comunes (y las que encontramos en nuestro país) están compuestas por una gran cantidad de grava y tierra con generosa profundidad. Cuando el vehículo llega a la zona de arena, ésta es capaz de disipar rápidamente la energía cinética del mismo, deteniéndolo en pocos metros. Sin embargo, se pueden encontrar otras pistas de frenado compuestas, por ejemplo, por una gran sección de asfalto colocado cuesta arriba o por redes metálicas que "atrapan" al vehículo en cuestión.

Las pistas de frenado están a disposición de cualquier vehículo que pierda la capacidad de detenerse, pero deben utilizarse con responsabilidad. El mal uso o negligencia a la hora de aprovecharse de estas zonas puede suponer, incluso, una multa de tráfico por conducción negligente o temeraria. En caso de una situación de pérdida de frenos, debemos saber cómo actuar teniendo claras dos claves:

  • Debemos sujetar firmemente el volante para conseguir mantener cierta direccionalidad en el vehículo
  • Utilizar las reservas de frenado: pulsar el pedal de freno con todas nuestras fuerzas y, en caso de no obtener ninguna respuesta, comenzar a tirar suavemente del freno de mano. No es aconsejable pegar un "tirón" al freno de mano, ya que puede provocar un bloqueo en el eje trasero y una pérdida de control del vehículo de manera casi instantánea.

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